La Voz de Galicia

La novia

Lugo

José Ramón Ónega

06 Mar 2010. Actualizado a las 02:00 h.

Los cronistas antiguos ya describían a la mujer gallega con tintes heroicos. Mientras los hombres hacían la guerra ellas regían la casa y mantenían a los hijos. Con la emigración del XIX y XX, igual: se quedaban en la aldea trabajando la tierra. Eran varones legendarios con faldas.

Ahora, tenemos ministras, subsecretarias, empresarias y presidentas del Constitucional. Nos faltaba una estrella y acaba de emerger. Rosalía de Castro, que fue hija de cura y sentimental, la llevaría a sus versos. Es digna de un poema, de una loa, de un reportaje en el Hola, que es el acta de los amores y roturas guay.

Hablo de Silvia, de hermoso nombre y bella anatomía, según las fotos. Tiene 21 gloriosos años y es hija de emigrantes gallegos de Quiroga, tierra de vino y bosque antiguo. Sus abuelos, octogenarios, la definen «humilde, buenísima y maravilla de persona». Sus vecinos lo mismo. ¿Qué hizo Silvia? Enamorar a un dios del deporte, a una figura de la NBA. Casi nada.

Cupido puso su flecha en el corazón de Pau Gasol, ese gigante de los Angeles Lakers, por el que mueren de amor aficionadas en todo el mundo. Me intriga a mí saber, con esa estatura, cómo se besan.

Pueda que Pau Gasol se incline, o puede que Silvia se aúpe. Pero el amor no conoce estaturas. Silvia, animadora del Barça, es hija de Chelo y Graciano, de Carballo de Lor.

Los gallegos nacemos donde queremos. Teniendo sus raíces en aldea de nombre tan sonoro, nació bella y diosa. Es la novia del sueño, muchacha de sol y aplauso. Pau la llevará al altar y, como balón de triunfo, sin palmas ni gritos en las gradas, jugarán el partido supremo de su amor.

redac.lugo@lavoz.es


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