Amatrice sigue por los suelos
Internacional
Siete meses después del seísmo, los afectados aún esperan por sus casas
10 Apr 2017. Actualizado a las 07:19 h.
Han pasado más de siete meses desde aquel 24 de agosto en el que la tierra se movió, destruyendo los pueblos del centro de Italia, y la desesperación y la rabia se manifiesta entre los residentes de la zona de los Apeninos donde el terremoto del 23 de agosto pasado causó casi 300 muertos. El invierno en la montaña ha sido especialmente duro este año. Una parte de la población lo ha pasado en los hoteles de la costa adriática, con las familias separadas y un continuo ir y venir por tortuosas carreteras. Otros decidieron quedarse en sus propiedades viviendo en caravanas o en graneros provisionalmente adaptados como viviendas. Muchas de estas personas son ganaderos que no han querido alejarse de sus animales.
Todos esperaban la llegada de las prometidas casas prefabricadas para antes de Navidad, pero la entrega de las primeras 25 en Amatrice, una de las localidades más afectadas, no se realizó hasta el 20 de enero. En Norcia no ha faltado la polémica sobre la modalidad de asignación a través de un sorteo. Allí se han entregado treinta casas y en estos días se dan los últimos retoques a un nuevo poblado formado por 63 módulos. La situación es más difícil en Arquata del Tronto, donde los problemas burocráticos han retrasado la llegada de las casas. Era bien entrado marzo cuando a Pescara del Tronto llegaron los 26 primeros módulos de los 210 que se esperan en la zona.
Tampoco en la llamada «zona roja» de Amatrice las cosas se mueven como querrían los vecinos. El centro de la localidad sigue siendo una montaña de detritos: un millón de toneladas de cemento, piedras y ladrillos a la espera de la llegada de grúas y excavadoras que se los lleven lejos. Por esas calles fantasmales paseaba hace unos días el príncipe Carlos de Inglaterra. «Se ha impresionado mucho con lo que ha visto en Amatrice. Sobre todo con las personas que ha encontrado y por ello ha decidido hacer una donación», anunciaba más tarde el alcalde de la localidad, Sergio Pirozzi. «Espero hacer algo más por vosotros» cuenta que dijo el príncipe delante de los restos de la iglesia de San Agustín durante su recorrido.
En Arquata del Tronto, el alcalde Aleandro Petrucci ha denunciado el retraso en la retirada de los escombros, 22.000 toneladas de material, por la falta de un plan para su reubicación por parte de la región de Las Marcas.
Protestas
Los habitantes de la zona, que abarca 131 ayuntamientos en cuatro regiones distintas, se sienten abandonados por parte del Gobierno, al que acusan de haber hecho poco, y por ello están organizado manifestaciones para denunciar la difícil situación en la que viven. En una de ellas han bloqueado la vía Salaria, la carretera que une la zona con Roma. Los piquetes mostraban carteles en los que se leía: «Respetad nuestro dolor y vuestras promesas». Las protestas también han tenido por escenario el Parlamento italiano, delante del cual se han repetido las manifestaciones. Una mujer de Amatrice explicaba que «se piensa en reconstruir escuelas, cines, hospitales, pero el problema verdadero es la despoblación. Es importante que nuestra gente quede en el territorio porque esto significaría hacerlo partir de nuevo. Los manifestantes piden una reunión con el Gobierno, Protección Civil, el Parlamento y el comisario para la reconstrucción, Vasco Errani, con el fin de afrontar juntos los temas más problemáticos.
El presidente del Gobierno, Paolo Gentiloni, anunció la prioridad de las medidas para ayudar a las zonas dañadas por el terremoto en el Documento Económico de Finanza Pública (el Presupuesto del Estado), que se aprueba estos días.