La nueva ley antiterrorista alemana invade más el derecho a la privacidad

Apenas faltan unos días para que comience la Eurocopa y no solo la anfitriona, Francia, ha endurecido sus medidas de seguridad. También vecinos, como Alemania, que anunció ayer que reforzará los controles y aumentará el número de agentes en las carreteras para impedir que hinchas violentos se trasladen al torneo, pero sobre todo, para blindarse ante la presencia de yihadistas. Paralelamente, el Consejo de ministros aprobaba una nueva ley antiterrorista, basada en un mayor intercambio de información con los servicios de inteligencia extranjeros, pese a la polémica que generó al salir a la luz el escándalo de espionaje por parte de la Agencia Nacional de Seguridad de EE.UU.

«Si los terroristas forman redes internacionales, las agencias tienen que conectarse mejor que hasta ahora», defendió el ministro de Interior, Thomas de Maizière, durante la presentación del proyecto, que aún debe ser aprobado por el Parlamento. El controvertido decálogo establece el uso de policías infiltrados para luchar contra el tráfico de personas, y obliga a los usuarios a presentar un documento de identidad cuando compren una tarjeta prepago para un móvil. Todas estas medidas menoscaban el derecho a la privacidad de los ciudadanos, precisamente en un país donde esta supone un bien tan preciado que ya ha costado varios litigios a grandes consorcios como Google o Facebook.

Más competencias

«Conocimiento es poder. Y nosotros queremos hacer frente con poder a las organizaciones terroristas. Eso incluye compartir mejor nuestro conocimiento», insistió De Maizière. La propuesta fue consensuada por los partidos que forman el Ejecutivo de gran coalición a mediados de abril, tras los atentados de París y Bruselas. Sin embargo, la oposición denuncia la ampliación de competencias que implica para las fuerzas de seguridad. La misma razón llevó hace un mes al Constitucional a declarar fuera de la Carta Magna parte de la anterior ley antiterrorista aprobada en 2009, que regulaba escuchas a particulares y su seguimiento a través de Internet.