La Voz de Galicia

Un empresario español, investigado por el derrumbe en la fábrica de Bangladesh

Internacional

Agencias
Familiares de las víctimas del derrumbe muestran fotografías para encontrarlos.

El siniestro, que ocurrió el pasado miércoles, causó más de 350 muertos en un edificio de la capital del país, Dacca

29 Apr 2013. Actualizado a las 18:28 h.

Un industrial español, copropietario de un taller de confección en un edificio que se derrumbó el miércoles en los suburbios de Dacca, capital de Bangladesh, es considerado como uno de los principales sospechosos en la investigación de la catástrofe, anunció este domingo la policía, que lo está buscando.

David Mayor es director general de Phantom-Tac, empresa formada por la asociación en partes iguales de Phantom Apparels (Bangladesh) y Textile Audit Company (España), cuyos talleres ocupaban más de 2.000 metros cuadrados en el edificio que se desplomó, según el sitio internet de la empresa.

Según diversos directorios de información empresarial en internet, la empresa Phantom-Tac está inscrita como sociedad limitada en el registro mercantil de Tarragona y tiene su domicilio social en el paseo Prim, número 17, de Reus, con el objeto social de control y calidad de productos industriales y de consumo, así como importación y exportación de bienes.

No obstante y según diferentes vecinos consultados por Efe, en el piso en el que supuestamente se radica la empresa vive la madre de David Mayor, una mujer viuda y que está sola, han asegurado los vecinos, que dicen no conocer a su hijo.

Asimismo, fuentes de la Cámara de Comercio de Reus han señalado que «de momento» no tienen ninguna referencia ni de Mayor ni de la empresa Phantom-Tac. El derrumbe el miércoles por la mañana del Rana Plaza, un edificio de ocho pisos construido ilegalmente en Savar, un suburbio de Dacca, dejó al menos 363 muertos y más de 1.200 heridos, según un último balance oficial.

En el edificio funcionaban cinco talleres de confección que suministraban a marcas de ropa occidentales.

Desde el miércoles más de 2.400 personas fueron rescatadas, de las cuales cuatro durante la noche del sábado. Pero al alba se dejaron de escuchar los pedidos de ayuda desde el montón de hormigón y acero.

Según la asociación de empresas del sector textil de Bangladesh más de 3.000 personas estaban empleadas en el edificio que se derrumbó.


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