La Voz de Galicia

La asonada de Juncker avinagra el debate sobre la candidatura de Blair

Internacional

Juan Oliver

La Presidencia sueca recuerda que en la cumbre de hoy no se decidirá nada sobre el futuro presidente de la UE

29 Oct 2009. Actualizado a las 09:51 h.

Los líderes de la UE no tienen ni la más remota intención de decidir nada sobre los nuevos cargos que creará el Tratado de Lisboa en la reunión que inician hoy en Bruselas. Pero a nadie se le escapa que el morbo del encuentro no está en el orden del día oficial (la entrada en vigor del Tratado, la preparación de la cumbre de Copenhague sobre el cambio climático y la revisión de las medidas contra la crisis). El morbo tiene nombre y se llama Tony Blair, y aunque no figura en el texto de conclusiones provisionales que ha elaborado la Presidencia sueca, está en boca de todos.

La candidatura del ex primer ministro británico a la futura Presidencia del Consejo, apoyada oficialmente solo por su país y de la que lleva hablándose años, ha solapado el resto de debates. Sobre todo desde que el primer ministro de Luxemburgo y presidente del Eurogrupo, Jean Claude Juncker, se dejara querer para el puesto en una entrevista en Le Monde.

Juncker, veterano, experto y convencido europeísta, es un eterno candidato a los golosos sillones de responsabilidad de las administraciones comunitarias. Y aunque de momento no ha logrado padrinos de peso dispuestos a sustentar públicamente sus aspiraciones, la polvareda que ha levantado su asonada contra Blair ha puesto de los nervios a los partidarios del laborista. Sus miedos son comprensibles, porque Juncker se la tiene guardada a Blair desde el verano del 2005, cuando el Reino Unido hizo fracasar el exquisito trabajo de la Presidencia luxemburguesa vetando una tras otra sus propuestas para aprobar los presupuestos 2007-2013. ¿Adivinan a quién correspondía el mandato del siguiente semestre, y quién se colgó la medalla cerrando los presupuestos en diciembre sin apenas variaciones sobre las ofertas que Juncker había hecho en junio? Él no ha olvidado la afrenta, ni que el actual premier británico, Gordon Brown, era entonces el ministro de Finanzas de Blair.

Protagonismo

Sus nombres, junto al rosario de personalidades que suenan para el puesto de presidente, protagonizan desde hace semanas las conversaciones de diplomáticos, eurofuncionarios y periodistas destacados en Bruselas. Y, evidentemente, también figurarán en los encuentros informales que, al margen de los plenarios oficiales, mantendrán los líderes en los pasillos y salones nobles del Consejo.

De hecho, es probable que al cierre de esta edición sonaran también en el Elíseo, donde cenaban Angela Merkel y Nicolas Sarkozy. Ninguno ha apoyado decididamente a Blair, de quien temen un excesivo protagonismo, pero tampoco a Juncker, a quien reprochan que, en pleno crac financiero se negara a levantar el secreto bancario en su país para revelar la situación real de algunas entidades. Quizá la solución al enigma empezó a cocerse anoche en París, aunque Suecia advirtió ayer de que eso no se conocerá hoy, ni tampoco mañana: «No tenemos la intención de plantear un debate sobre los nombramientos», recordó un portavoz.


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