La Voz de Galicia

Integristas cristianos matan y queman a cerca de 200 refugiados en Uganda

Internacional

agencias | kampala

La matanza duró más de tres horas, según el testimonio de un sacerdote superviviente El recuento oficial habla de 192 muertos, muchos de ellos niños y mujeres

22 Feb 2004. Actualizado a las 06:00 h.

Cerca de 200 personas fueron asesinadas ayer por los fanáticos cristianos del Ejército de Resistencia del Señor (LRA) en el campo de desplazados de Barlonyo, situado en la localidad de Ogur, a 25 kilómetros al noreste de Lira, capital del distrito del mismo nombre del norte de Uganda. Estas muertes se unen a las decenas de miles de personas asesinadas, secuestradas y desplazadas que ya se han registrado desde que comenzó el conflicto hace más de 15 años, en una de las crisis humanitarias más olvidadas del planeta. «No tengo palabras para describir lo que he visto en Barlonyo», comentó el padre Sebhat Ayele, un misionero comboniano, a la agencia misionera de noticias MISNA. Según el misionero, de nacionalidad eritrea, el ataque fue perpetrado por un centenar de asaltantes, muchos de ellos niños y adolescentes. Por su parte, un parlamentario que se presentó en el lugar, Charles Angiro, informó de 192 muertos. La matanza fue perpetrada hacia las cinco de la tarde y se prolongó durante tres horas. Las 480 tiendas de campaña del campamento, que alberga a 4.810 personas huidas de la violencia, fueron incendiadas y muchas de las víctimas fallecieron abrasadas dentro de ellas después de que los rebeldes las obligaran a entrar en su interior. «He visto un número impresionante de muertos, muchos de ellos carbonizados en el interior de las tiendas de campaña», afirmó el padre Sebhat. «Los rebeldes bombardearon el campamento de Barlonyo durante 15 minutos y obligaron a las milicias civiles a replegarse. Después penetraron en el centro, donde estaba la gente, sobre todo niños y mujeres», añadió. Pasados a cuchillo «De momento, los heridos son unos setenta, algunos de los cuales se están recuperando en el hospital. Aparte de las personas muertas por las llamas, hubo decenas de civiles, niños y mujeres incluidos, asesinados con arma blanca. La comunidad internacional no puede seguir ignorando esta guerra. Es deber del Gobierno de Kampala garantizar la seguridad de la pobre gente, el silencio sobre esta guerra es un grave pecado contra Dios y contra el hombre>, aseveró, el padre. Hace dos semanas, los rebeldes del LRA cometieron otra matanza en el distrito de Lira, en la localidad de Abia, en la que murieron numerosos civiles.


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