La falta de fondos compromete el detector gallego de partículas
Firmas
Europa aprueba el diseño liderado por la Universidade de Santiago, pero España aún no ha liberado todo el dinero para su construcción
19 Feb 2013. Actualizado a las 07:00 h.
La falta de fondos compromete la construcción en Galicia de un detector de partículas destinado al gran acelerador FAIR, que se está construyendo en la ciudad alemana de Darmstadt con un presupuesto de 1.186 millones de euros y que ha sido calificado como una instalación científica prioritaria por parte de la Comisión Europea. El diseño del aparato, un calorímetro denominado Califa, fue liderado en los últimos años por el Grupo Experimental de Núcleos y Partículas de la Universidade de Santiago, que coordinó a trece centros de investigación de Alemania, España, Suecia, Portugal y Rusia.
Ahora, un comité de expertos europeos ha avalado el diseño, con lo que ha dado luz verde a la construcción de un calorímetro que, en teoría, se tendría que construir en su mayor parte en Galicia, en consonancia con el protagonismo que han asumido tanto el grupo de Santiago como el Centro de Ingeniería Mecánica y Automoción de la Universidade de Vigo. Este también fue el compromiso adquirido en su momento por España, cuyo gobierno se había comprometido a aportar algo más de un millón de euros de los cinco en los que está presupuestada la construcción del aparato. Sin embargo, de este dinero el gobierno solo liberó 400.00 euros hace tres años y dejó fuera al equipo gallego de la convocatoria de ayudas del 2012, que se conceden para un período de tres años.
«Entiendo perfectamente que la situación económica es la que es, pero no es muy inteligente que nos dieran dinero para todo lo que fue el programa de I+D y ahora no nos lo garanticen para su construcción, que en realidad es lo que da visibilidad al proyecto», lamenta Dolores Cortina Gil, la coordinadora de la iniciativa. «Para mí -añade-, como científica, el hecho de que hayan aprobado el diseño ya supone un crédito, pero al país no se lo da si no se construye aquí, porque no habrá un retorno». Si el equipo gallego, que ya ha creado un prototipo, no logra financiación, la construcción del detector podría retrasarse o, lo que es peor, dejar que esta parte sea asumida por los otros grupos europeos involucrados y que también participarán en la construcción, aunque, por ahora, con un menor protagonismo.
Estrellas en la Tierra
El detector forma parte de un experimento, el R3B, destinado a reproducir en laboratorio las reacciones que se producen en los núcleos atómicos exóticos, aquellos que tienen una composición muy desigual en el número de protones y neutrones que los constituyen y una corta duración. De esta forma también se espera simular las reacciones atómicas que ocurren en el interior de las estrellas que originan los elementos químicos que dan lugar a la materia conocida. Es una investigación de física fundamental, pero que tendrá una importante aplicación práctica, ya que la tecnología que se emplea en el diseño y posterior construcción y funcionamiento del detector es la misma que ahora se aplica en los diagnósticos médicos por imagen, que podrían verse mejorados.
«El gran esfuerzo se ha hecho aquí, aquí se ha liderado el diseño, y ahora vemos con preocupación que podamos perder el liderazgo que hemos tenido hasta ahora», explica José Benlliure, profesor de la Facultad de Física de la Universidade de Santiago y que coordinó la participación española en el gran acelerador de partículas FAIR.