Ferrol necesitará dos sonómetros más para poder aplicar la ordenanza de ruidos
Ferrol
El Concello tendrá que adquirir los dispositivos y formar a policías en su manejo, y el gobierno local no aclara si habrá o no conciertos en la calle este verano
22 May 2025. Actualizado a las 18:27 h.
La ordenanza de ruidos que el gobierno local quiere llevar a pleno el próximo jueves para su aprobación inicial llegará acompañada de novedades. La principal, la llegada de la regulación del control de decibelios a la ciudad para intentar arbitrar, entre otros, el espinoso conflicto entre vecinos y hosteleros por el ruido en las zonas de ocio nocturno y los conciertos en la calle. Sin embargo, para que pueda ser una realidad, la nueva normativa debe estar en vigor. Y una vez salvado ese trámite, todavía deberán gestionarse otras cuestiones. La primera, que el Concello cuente con los medidores necesarios para acreditar el nivel de emisión acústica, y comprobar si rebasa los límites establecidos. En la actualidad, el Ayuntamiento cuenta con un solo sonómetro, pero que la Policía Local no utiliza. En parte, ante la ausencia de una normativa municipal que ampare su actuación. Pero también, porque para su manejo los agentes deben recibir formación específica.
El alcalde, José Manuel Rey Varela, aseguraba el pasado lunes que se dotará de estos dispositivos y también de la formación necesaria a los policías antes de aprobación definitiva de la nueva ordenanza. El concejal de Medio Ambiente, José Tomé, concretaba ayer en la comisión de Medio Ambiente, a preguntas del concejal socialista Julián Reina, que se comprarán dos sonómetros, para que Ferrol disponga de un total de tres: uno por turno de la Policía Local. Y respondía también que en la actualidad hay ocho agentes con formación específica, que resultarían insuficientes, en función de la distribución de los turnos, aunque sin concretar a cuántos más se prevé preparar.
La gran incógnita es cuándo entrará en vigor la Ordenanza de protección contra a contaminación acústica do Concello de Ferrol, según su denominación oficial. Y si esto permitirá, o no, que haya de nuevo conciertos en la calle este verano. El gobierno local no aclaró si será posible o no, después de que, tras las protestas de vecinos por los recitales organizados por los hosteleros en la calle en verano y en Navidades, hubiese decidido no autorizarlos en carnaval a la espera de la ordenanza.
Por el momento, este viernes está prevista una comisión extraordinaria para dictaminar la normativa y someterla a votación en el pleno de la próxima semana. Después vendrán veinte días de exposición pública: si no se presentan alegaciones, quedará aprobada de forma definitiva. Si las hubiese, será preciso resolverlas y que regrese de nuevo al pleno.
Rey Varela: «Hai que dinamizar a cidade e garantir o descanso»
El alcalde reconoce que el control de ruidos en Ferrol «é un tema importante e complexo». Y defiende que «cando se trata de buscar puntos de acordo para vivir mellor na cidade sempre hai que ser equilibrados e moderados, porque o importante é que esta cidade se poida seguir dinamizando, pero ao mesmo tempo garantindo o dereito ao descanso», declaró Rey Varela.
Sobre si la implementación de la vigilancia del ruido supondrá una mayor carga de trabajo para la plantilla de la Policía Local respondió que «non é unha cuestión de carga de traballo, senón de organización».
El aparato disponible: comprado hace ocho años y sin uso
Ferrol cuenta con un sonómetro, pero que en la actualidad no se está utilizando, pese a las múltiples quejas que todos los fines de semana llegan a la Policía Local por exceso de ruido: tanto en la calle, como procedente de locales de ocio como de viviendas particulares. Fue adquirido en el año 2017, bajo alcaldía de Ferrol en Común, para intentar poder hacer de nuevo controles de ruido, tras haber quedado obsoletos los anteriores. Lo compró el departamento municipal de Medio Ambiente por 21.714 euros, e incluía un extra: un módulo de aislamiento acústico, que permitía comprobar, por ejemplo, si un local nocturno se encontraba bien aislado.
El dispositivo estaba destinado al uso compartido de los departamentos de la Policía Local, Medio Ambiente y Urbanismo. Y hubo formación específica para en la Academia Galega de Policía de A Estrada y también en Ferrol para una treintena de personas.
Sanciones de hasta 300.000 euros
La ordenanza que entrará en vigor en los próximos meses incluye fuertes sanciones económicas para los casos de incumplimiento de los límites acústicos. En los casos más graves, llegarán hasta los 300.000 euros y pueden conllevar la clausura definitiva de locales. No obstante, parten de 60 euros para los excesos más leves. Las prácticas tipificadas van más allá de la música callejera y los locales nocturnos. E incluyen comportamientos más cotidianos como gritar, acelerar y derrapar con el coche, tocar el claxon de forma injustificada o el funcionamiento ruidoso de electrodomésticos.