Óscar Vigo, subteniente de la Guardia Civil de Tráfico de Ferrol: «El 1 de enero haremos controles de alcoholemia en muchos sitios»

Por gajes del oficio, Óscar Vigo Ramos, subteniente y segundo jefe del destacamento de la Guardia Civil de Tráfico de Ferrol, tiene que patrullar las carreteras de la comarca la tarde del día de Nochebuena y la mañana de Año Nuevo, así que le tocará la operación retorno a casa de las personas que prolongarán la juerga de la noche de Fin de Año. Lo intuye todo el mundo, pero Óscar García lo confirma: «Es importante para nosotros que sepan que va a haber controles de alcohol y drogas en muchos sitios, porque nos vamos a mover, podemos estar tanto en una vía de alta capacidad, como la autopista, como en una carretera secundaria. Puede haber un control a cualquier hora y en cualquier sitio». Así que recomienda a los conductores que no prueben ni una gota y que, si lo hacen, que cojan un taxi o que vayan con alguien totalmente sobrio: «La gente tiene que disfrutar, pero los controles son para evitar una tragedia, porque las tragedias no entienden de día 1 [de enero] o de día 2».

Asegura que los positivos son los menos y que suponen en torno a un 2 % de todas las pruebas que hacen, y son muchas, porque «siempre hay controles, todos los días, mañana, tarde y noche», no solo cuando saben que la gente está de fiesta. «La gente cada vez es más consciente del problema que puede suponer conducir bajo los efectos del alcohol, no es como hace veinte años, pero no podemos bajar la guardia», asegura.

Óscar lleva 27 años en la Guardia Civil, 15 de ellos como agente de Tráfico, aunque en Ferrol está desde hace dos años y medio. Durante todo este tiempo, ha realizado cientos de pruebas, ha visto de casi todo y escuchado excusas de los más absurdas como que el positivo era fruto de un medicamento o «'me tomé media copita de vino' y da una tasa superior al 0,60 que es delito». La experiencia hace que los agentes sepan antes incluso de hacer la prueba si alguien ha bebido o no: «Por la forma en que para el vehículo, si pone el intermitente, ya sabes que va bien, o hablas con él, al que viene de fiesta se le nota en los ojos, en la forma de hablar pastosa, repiten muchas veces las mismas cosas», detalla.

Esos mismos años de experiencia han llevado a Vigo Ramos a concluir que no hay un perfil de conductor pillado con una tasa de alcohol elevada al volante, «porque al final, quien menos te lo esperas, da positivo, como una señora de 65 años, que un día por la tarde arrojó una tasa de delito, es algo muy peligroso».

El agente podrá cenar en casa el día de Nochebuena, aunque algo tarde, pues acabará el turno a las diez de la noche, y siempre que no se produzca a última hora un accidente grave, que no podrá abandonar. El día de Año Nuevo entrará a las siete de la mañana, cuando empieza el trasiego de vehículos de vuelta a casa. 

¿Le habrán impuesto alguna multa al agente de Tráfico? Pues sí. «Claro, me pasé un radar, en la carretera Melide-Santiago, hace diez años», confiesa.