Antonio Jesús Fonseca, el gran inquisidor de los jueces

La comisión permanente del Consejo General del Poder Judicial examinó ayer las dos candidaturas presentadas para cubrir la plaza de promotor de la acción disciplinaria, una figura de nueva creación que tendrá dedicación exclusiva. De los dos candidatos que se han postulado para el cargo, el que encabeza la propuesta, que habrá de ser ratificada por el pleno del próximo día 31, en el que ahora solo necesitará mayoría simples, es el magistrado de la Sala Contencioso-Administrativa del Tribunal Supremo Antonio Jesús Fonseca Herrero. En esa sala fue compañero de Lesmes y firmó con él el voto particular sobre la facultad de indulto del Gobierno en el caso del kamikaze valenciano.

La figura del promotor de la acción de disciplinaria, más conocida en el seno del Consejo del Poder Judicial, como «el gran inquisidor de los jueces», es una de las principales innovaciones de la reforma del CGPJ. La nueva ley profesionalizó la investigación de las infracciones disciplinarias de los jueces, que hasta ahora era asumida por magistrados en activo elegidos para cada caso por la comisión disciplinaria.

El inquisidor se dedicará a incoar e instruir los procedimientos disciplinarios contra los jueces. A él le corresponderá formular los pliegos de cargos. También se encargará de recibir las quejas y denuncias contra los órganos judiciales.