PSOE y PP plantean arrebatar a Bildu el poder en Guipúzcoa
España
Insinúan una moción de censura por la ambigua actitud de Garitano sobre ETA
23 Aug 2011. Actualizado a las 06:00 h.
Bildu consiguió un éxito inesperado al hacerse con el control de la Diputación Foral de Guipúzcoa gracias a los buenos resultados de la coalición aberzale en las elecciones de mayo y, sobre todo, a la desunión del resto de las fuerzas políticas, incapaces de un punto de encuentro que cerrara el paso a los radicales. Ahora, los excesos del presidente de la Diputación, Martín Garitano, pueden ser el revulsivo que impulse a PSOE, PP y PNV a superar sus recelos y encontrar la fórmula para arrebatar a Bildu la presidencia de la Diputación.
Las diputaciones forales vascas son entidades con un gran peso político, un verdadero gobierno provincial que gestiona todos los tributos, incluidos los impuestos de la renta y de sociedades, y que por lo tanto poco tiene que ver con las diputaciones provinciales. De hecho, entre las tres entidades forales manejan un presupuesto que es casi la mitad de los 6.800 millones de que disponen en conjunto las diputaciones provinciales.
Garitano ha desairado en las últimas semanas a las víctimas del terrorismo y ha mostrado una sensibilidad especial con los familiares de etarras presos. Pero la gota que ha colmado el vaso de la paciencia del resto de los partidos y ha desatado las alarmas incluso en el seno de Bildu ha sido su intervención, el viernes pasado, en un curso de la Universidad Catalana d?Estiu, en el que dijo que «los atentados de ETA en Cataluña fueron más que un error», haciendo una distinción entre las víctimas de la banda terrorista.
El PSOE y el PNV son los únicos partidos con capacidad para arrebatar el poder a Bildu en las Juntas Generales de Guipúzcoa, parlamento provincial que elige al gobierno foral y que están dominadas por Bildu con 22 escaños. El PNV tiene 14; el PSOE, 10; el PP, 4; y Aralar, 1. Con esta distribución de escaños, solo un acuerdo entre peneuvistas y socialistas podría cambiar el color político de la Diputación.
Las palabras de Garitano han suscitado las críticas del resto de los partidos, que han exigido explicaciones a Bildu. Pero tanto la coalición como el propio Garitano han optado por guardar silencio. Aunque el consejero de Interior vasco, Rodolfo Ares, secundado por Rubalcaba, descalificó las «intolerables» y «obscenas» palabras de Garitano, el Gobierno no se plantea de momento iniciar el proceso para reclamar la ilegalización de Bildu.
No obstante, la Fiscalía de la Audiencia Nacional advirtió ayer a la coalición que permanecerá vigilante sobre las declaraciones de los dirigentes aberzales, por si pudieran incurrir en un delito de enaltecimiento o justificación del terrorismo. Si así fuera, podría dar lugar a un procedimiento penal que, al tiempo, facilitaría al Gobierno emprender el proceso para instar la ilegalización sobrevenida de Bildu.
Al margen de la vía judicial, los socialistas amagan con emplear la vía política para arrebatar a Bildu su institución estrella. Ernesto Gasco, portavoz socialista en el Ayuntamiento de San Sebastián, propuso ayer al PNV y al PP «un acuerdo global para que todas las instituciones guipuzcoanas sean gobernadas desde el sentido común». Aunque no mencionó la moción de censura, sí lo hizo Javier Rojo, presidente del Senado e influyente dirigente socialista vasco. La portavoz parlamentaria del PP, Soraya Sáenz de Santamaría, mostró la disposición de su partido a apoyar cualquier medida para alejar a Bildu de las instituciones, aunque reprochó a los socialistas que no lo hubieran impedido antes.
Pero el PNV, que es la fuerza determinante, ya que sin su concurso es imposible que triunfe la moción de censura, de momento se limita a mostrar su «máxima preocupación» por la actitud de Garitano y pide explicaciones a Bildu. Pero no aclara si está dispuesto a expulsarlos del poder de la Diputación Foral.