Ana Pontón: «Hai momentos en que a historia pode tocarse coas mans»

Vigo, Bueu y, como cierre, Vilagarcía de Arousa. El BNG sembró todo y cuanto pudo ayer en Pontevedra para arañar hasta la última papeleta. Y lo hizo en una jornada desapacible, de lluvias y vientos persistentes, que retrasaron el mitin con el que concluía el día. En un teatro abarrotado ante decenas de personas, Ana Pontón aseguró que «hai momentos en que a historia pode tocarse coas mans». Se refería así la posibilidad de que, por vez primera, una mujer nacionalista ocupe la presidencia de la Xunta. Un objetivo que, a su juicio, pasa por seducir al voto inconformista para hacer real el cambio. «Son a candidata de todas as persoas que queren cambio, votasen o que votasen noutras eleccións. A todas elas pídolles a confianza porque non lles vou fallar», prometió Pontón.

En línea con lo expuesto a lo largo de los últimos días, la líder nacionalista volvió a emplazar a Rueda a celebrar un cara a cara, «a non esconderse», y a propiciar un debate que reúna a las dos fuerzas con posibilidad de ganar. Una propuesta que encaja con el interés electoral del BNG de este momento, pero que supone enmendar todo lo que ha defendido cuando era tercera fuerza.

Pontón propone un centro de reparación del naval en Vigo, el gran caladero de voto obrero

Antes Ana Pontón estuvo en Vigo, donde hay mucho en disputa. Es el gran motor industrial en el que todavía asoman por las calles las clases sociales, el lugar donde ha arraigado con firmeza el sindicalismo nacionalista. La candidata del BNG desembarcó en la ciudad para decirle a un auditorio formado por trabajadores lo que esperaban escuchar: que falta política industrial impulsada por crédito público, «que se perderon nos últimos 15 anos do PP 27.000 postos de traballo», y que el responsable directo es la Xunta por su inacción, por lo mucho que debería haber hecho. Esta es una rama de actividad que también ha sido golpeada por factores exógenos, como los precios, la falta de suministros, las tensiones energéticas, la competencia en costes del exterior. Pero eso no forma parte del argumentario de campaña. Y poco importa en la carrera para arrebatarle votos al adversario.

La candidata del BNG propuso que, ante la falta de pedidos que arrastra el sector naval, Vigo cuente con un centro puntero de reparaciones para aprovechar las infraestructuras y el saber hacer acumulado durante décadas. «Propoñemos un plan para reindustrializar Galicia que supoña a creación de 12.000 novos postos de traballo e que estea baseado na ciencia e na innovación», prometió Pontón, partidaria de que todas las empresas que se deslocalicen fuera de la comunidad devuelvan hasta el último euro de dinero público recibido en subvenciones: «Non pode ser que utilicen os cartos públicos para sanear as súas contas». También insistió en la necesidad de avanzar en materia de suelo a buen precio y en la reducción de los trámites burocráticos, cuestiones que se repiten insistentemente desde hace tiempo, sobre las que ya se ha legislado y que, según los nacionalistas, siguen ofreciendo resultados muy pobres.