La industria sale en defensa de los astilleros y exige los gaseros para España

Los armadores sostienen que los contratos de construcción de los cuatro gaseros a los que aspiraba Navantia están firmados y en vigor con astilleros asiáticos. La empresa pública insiste en que aún no está todo perdido. El ministro de Industria, José Manuel Soria, pidió el viernes por carta al presidente de Gas Natural, Salvador Gabarró, que se reuniese con la empresa naval española para intentar dar marcha atrás a la fuga de los pedidos a Corea y Japón. Pero desde entonces guarda silencio sobre este encargo. Ayer la industria naval en pleno salió en defensa de la capacidad de Navantia y para exigir «una apuesta por el empleo y el desarrollo industrial» en el país.

Los máximos representantes del Clúster Marítimo Español y del gallego (Aclunaga), del Colegio y la Asociación de Ingenieros Navales y Oceánicos, el Foro Marítimo Vasco, la Confederación Española de Organizaciones Empresariales del Metal, la Asociación de Fabricantes de Bienes de Equipo y Pymar (que reúne a los pequeños astilleros privados del país) firman una carta que han remitido conjuntamente a las máximas autoridades políticas del país y a las empresas implicadas para reclamar que el encargo se quede en España.

Mientras que algunas fuentes próximas a la operación sostienen que Navantia llegó tarde y con una oferta vaga al concurso, los representantes de los citados colectivos defienden que «los astilleros españoles han realizado un gran esfuerzo para presentar una oferta plenamente competitiva en precio, plazos y tecnología frente a cualquier astillero internacional». E insisten en que Navantia tiene la capacidad para abordar este pedido.

Además, apelan a la importancia que en materia de empleo tendría el contrato en España, ya que calculan que sostendría anualmente -y durante tres años- 6.500 puestos de trabajo en plantas de Galicia, Andalucía y el País Vasco. «Supone 12 millones de horas de trabajo e involucrará directamente a más de 400 empresas de las zonas», afirma la industria nacional, en el supuesto de que pudiese revertirse la fuga de las obras a Asia.

Inversiones en Fene

La adjudicación de los gaseros de Gas Natural y Repsol -que fletarán los armadores Knutsen y Elcano- a factorías asiáticas provocó un gran revuelo en el país y cogió por sorpresa a los trabajadores de Navantia. En la empresa se daba por segura la obra e incluso se esperaba la firma del pedido para este mismo mes. Algunos operarios informaron de que la compañía estaba llevando a cabo obras de actualización de instalaciones en la antigua Astano (Fene) para prepararse para el trabajo.