Lalín se endulza antes del Cocido

A muchos se les cazaba la procedencia por el acento, como asegura Lola Flores en el anuncio cervecero que la conocían en todo el mundo. Por Lalín el deje de la costa se percibía con claridad en muchos paseantes, algunos incluso demostrando su condición de turistas dominicales por las poses ante la cámara de móvil de rigor en lugares emblemáticos como el cerdo de la calle Colón o las esculturas de exaltación del tótem gastronómico diseminadas por el casco urbano. Muchos llegaron atraídos por el olor de las ollas pero también por el dulzor de la miel. Durante el fin de semana en la capital dezana se exaltaron las excelencias del producto en una primera edición de la feria internacional Alvariza que tiene mimbres para consolidarse entre los múltiples aderezos con que cuenta la fiesta gastronómica más allá del día grande, aún inmersos en pandemia se retrasó al 24 de abril, en dos semanas.

Si el sábado la progresión de visitantes se atisbaba según avanzaba la jornada, con bastante movimiento bajo la carpa do Cocido donde se instaló la infraestructura de Alvariza, por los puestos ayer hubo ya en horario matinal mucho público dispuesto a catar miel o a comprarla, pero también otros productos vinculados a las colmenas, desde hidromiel o cerveza con toque dulce y bombones rellenos, a quesos, carnes o mermeladas. Tampoco faltaban empresas auxiliares del sector apícola, de maquinaria, de transformación de cera,... Una amplia variedad que cautivó interés del numeroso público presente este fin de semana.

De forma paralela a la exposición y venta de productos, también se contó con estands informativos de la Asociación Galega de Apicultura o la Agrupación Apícola Galicia. Un sector con peso en la comunidad pero con preocupaciones a resolver como el retroceso de la población de abejas, la amenaza de las velutinas o enfermedades que diezman en ocasiones la producción de las colmenas. Alvariza sumó además una parte más formativa y otra lúdica. Durante las dos jornadas hubo charlas de interés en torno al papel de la Indicación Xeográfica Protexida Mel de Galicia y papel para el desarrollo de la apicultura local, así como de artesanía alimentaria, multiplicación de apiarios o la lucha contra la varroa.

No faltaron las catas y degustaciones constantes de miel o de platos culinarios donde formaba parte de los ingredientes del plato, como una espetada melosa de gambas o manitas con crocanti para chuparse los dedos. Ayer tarde pudo verse de nuevo en directo una demostración de una fundidora de cera, despertando la curiosos de los menos avezados en el mundo apícola. Los niños tuvieron protagonismo con charlas sobre los insectos y la conservación de las abejas o de elaboración de velas con cera.

Algunos expositores consultados se mostraron satisfechos por la afluencia de público y ventas, aunque habrá que esperar al balance definitivo que ofrecerá una encuesta elaborada por la organización. Pero todo apunta a que Alvariza seguirá endulzando Lalín en el futuro, bajo el paraguas de la Feira do Cocido.