Socios del Casino presentan 73 firmas por la mejora de las pistas de tenis

El Recreo Cultural de A Estrada celebró la noche del martes una asamblea general que un grupo de socios aprovechó para presentar un escrito solicitando la mejora de las pistas de tenis. El escrito -avalado por 73 firmas de usuarios de estas instalaciones deportivas y de otros socios- pide que se repare el firme de las pistas exteriores y que se mejore la iluminación de las cubiertas.

Según apuntan los promotores de la recogida de firmas, esta se llevó a cabo a petición de la propia directiva del Casino, a la que ya habían trasladado sus demandas, aconsejándoseles que presentasen un escrito de solicitud para valorarlo en la asamblea.

Según explican los firmantes, el estado de las pistas exteriores imposibilita la práctica del tenis por las numerosas imperfecciones que presenta, «chegando incluso a poñer en perigo a integridade física dos xogadores pola cantidade de grava solta». En las pistas cubiertas, la distribución y orientación de los focos provoca zonas de sombra. Además, la luz diurna que se proyecta por la entrada al pabellón provoca un contraste visual «que dificulta en demasía o desempeño do xogador que mira frontalmente». En este segundo caso, los firmantes proponen que se evalúen soluciones para mejorar la iluminación del pabellón que alberga las pistas cubiertas, como el repintado de las pistas variando su orientación, la reorientación de los focos o el cegado de la malla verde que permite la entrada de luz.

El presidente del Casino, Carlos Faílde, confirmó ayer que se están estudiando opciones para acometer las mejoras. La voluntad es ejecutarlas este año, si económicamente resultan viables.

En la última asamblea, los socios del Casino abordaron también el problema de la pérdida de socios. A raíz de la crisis, el Recreo Cultural ha sufrido un número importante de bajas, sobre todo de familias que no hacían uso de las instalaciones pero que tradicionalmente venían pagando la cuota igual. En su mejor época, el Casino llegó a superar los 700 socios. En los últimos años, en cambio, el descenso es sostenido. A principios del 2015 la sociedad recreativa local estaba integrada por 524 familias, en el 2017 eran 505 socios y, a fecha de hoy, el número total es de 497.

La disminución de la masa social es un problema a la hora de afrontar los gastos de mantenimiento de la instalaciones o de emprender nuevas obras o proyectos. Los ingresos de la sociedad proceden mayoritariamente de las cuotas de los socios, que pagan 25 euros al mes (el alta como socio cuesta 600 euros) y aportan unos 150.000 euros a un presupuesto que, para el año que acaba de arrancar, ronda los 200.000 euros.

Según explica el presidente, Carlos Faílde, en la reunión del martes se acordó convocar una asamblea extraordinaria para tratar el asunto de la pérdida de masa social y proponer medidas para la captación de nuevos socios. La directiva tiene previsto reunirse próximamente para madurar ideas en esa línea que se llevarán a la asamblea, que se pretende convocar para el mes de marzo.

En la asamblea del martes, la directiva presentó las cuentas del 2017 -que se cerraron con un ligero superávit-, la memoria de actividades del año pasado y el programa para el 2018, que se caracteriza por la continuidad.

Nueva sala de juntas

En el 2017 se construyó un campo de fútbol 7, se retiraron las tullas del cierre que ponían en peligro el muro y la línea de acometida de alta tensión, se amplió la terraza y se creó una sala de juntas en la planta superior del edificio. Esta sala de juntas será dotada en breve de mobiliario y puesta a disposición de los socios para sus reuniones privadas. En el espacio restante de la segunda planta se colocará próximamente un televisor, convirtiéndolo en un salón social con carácter multiusos.