La Voz de Galicia

A Estrada pierde hoy un símbolo

Deza

rocío garcía a estrada / la voz

La joyería Fondevila cierra sus puertas tras 74 años poniendo brillo en los hogares estradenses y cultivando con pasión el comercio de proximidad

23 Mar 2024. Actualizado a las 05:00 h.

No eres de A Estrada si no conoces la joyería Fondevila. Así de tajante podría ser la presentación de este negocio familiar que lleva 74 años poniendo brillo en los hogares estradenses y que hoy bajará la reja definitivamente por la jubilación del actual propietario, José Manuel Fondevila López.

El negocio lo abrió en torno a 1950 el padre de José Manuel, Eligio Fondevila Romero. Eligio, que se había formado como aprendiz en la relojería Fernández de Silleda, tuvo su primer local en la calle estradense Fernando Conde. En 1955 se trasladó a la rúa Calvo Sotelo y en 1969 ocupó por fin el bajo en el que el negocio ha llegado hasta nuestros días, en el número 15 de la Praza de Galicia, en el centro neurálgico de A Estrada.

El negocio supo adaptarse a los tiempos como ninguno. En sus orígenes, además de relojería, platería y joyería llegó a vender también aparatos de radio, máquinas de coser o televisores. Entonces eran artículos de lujo y Eligio aprovechaba el taller de micromecánica para ofrecer un servicio que se fue abandonando según fueron surgiendo las tiendas especializadas.

La joyería Fondevila llegó a tener una sucursal en Bandeira que abría los días de feria, en los que Eligio acudía en autobús, con su maleta de mercancía a cuestas, para atender a su fiel clientela.

Desde el año 1952, Eligio compartió la propiedad y la dirección de la joyería con su mujer, Placeres López Mahía. «Los dos estaban en la joyería, pero el alma del negocio era mi madre, quizás. Ella tenía un carácter extraordinario y muy buenos dones para la venta. De los dos aprendí mucho», cuenta José Manuel con añoranza. Casi desde el principio la pareja contó también con el hermano de Eligio, Ubaldo Fondevila, que colaboraba en el taller de relojería y joyería que siempre tuvo el negocio.

José Manuel Fondevila, que estudió Óptica en Madrid, se sumó al negocio familiar años más tarde. A mediados de los setenta abrió una óptica, pero cuando sus padres quisieron fraguar el relevo empezó a compaginar las dos tareas. De eso hace ya 42 años.

Estos días en la joyería Fondevila la alegría de la jubilación se mezcla con la melancolía del cierre. Tanto en el caso de José Manuel como en el de Marián López Neira, que también se retira tras 39 años trabajando en un negocio que ya era casi un hogar. «Nunca tuve jefes: para mí siempre fueron una familia», cuenta emocionada. A José Manuel también le cuesta estos días esconder las emociones. «Tengo sensaciones encontradas. Por una parte estoy deseando jubilarme y por otra... Mi vida va a cambiar. Espero que para muy bien. Me gustaría agradecer públicamente a todos los clientes que durante tantos años nos visitaron. Me llevo muy buen recuerdo. También a todos los trabajadores que pasaron por aquí, todos de mi total confianza y que fueron compañeros más que empleados. El público hizo muy fácil nuestro trabajo y estos días estamos recibiendo de él muchas muestras de cariño que nos emocionan», explica José Manuel.

Lo que más le satisface a José Manuel es saber que el local cobrará vida de nuevo con la apertura de una nueva joyería. «No me gustaría nada verlo cerrado. Estamos en el centro de A Estrada y ver el local cerrado sería una pena. Ya que en el caso de la joyería no hemos podido hacer un relevo generacional como con la óptica, me alegro mucho de haber podido alquilar el local para seguir dándole vida a la plaza. Además me alegra que vaya a ser una joyería», explica José Manuel.

La joyería Fondevila cerrará definitivamente sus puertas hoy al mediodía. El local ha sido alquilado por el empresario Rafa Vila (Caldas de Reis), que cuenta con una próspera cadena de joyerías con tiendas en Caldas, Sanxenxo, Pontevedra, Carballo o Vigo. En A Estrada reformará el local con intención de abrir a finales de abril. Al frente del negocio estará la estradense Mónica Ansedes como encargada.


Comentar