Bebeto, el brasileiro que enamoró a Riazor, cumple 60 años

Hace este viernes 60 años, José Roberto Gama de Oliveira, nacía en Salvador de Bahía, Brasil. Esa misma persona recalaría en A Coruña hace 32 años, en 1992 para fichar por el R.C. Deportivo, ya apodado como 'Bebeto' por la cara de niño que tenía (y que aún conserva el futbolista). Contaba con 28 años cuando empezó a ofrecer en el verde de Riazor sus primeros recitales. Recalaba en el club coruñés después de despuntar en su país con el Flamengo y el Vasco da Gama y de haber participado en el Mundial de Italia en 1990.  

La temporada 92-93 fue la de un debut increíble. Acabó la temporada con el trofeo Pichichi que lo acreditaba como el máximo goleador. La primera vez que un deportivista lo conseguía. Y no lo hizo además de cualquier manera. Anotó 29 tantos y por primera vez un futbolista de la Liga anotaba a todos los equipos a los que se enfrentó. Con él llovieron los goles en el Superdépor.

En aquella plantilla de ensueño comandada por Arsenio Iglesias Paco Liaño conseguiría la siguiente temporada el trofeo Zamora al portero menos batido. Y es que acordarse de Bebeto en su 60 cumpleaños es hacerlo también de quien le hacía las asistencias, como Mauro Silva, otro brasileño que recalaba también en el 92 en Riazor.

Otros nombres míticos son los de Donato, Voro, Fran o, cómo no, Djukic. Aquel fatídico penalti con el que los blanquiazules perdieron la Liga podría haberlo lanzado él en la última jornada del curso 93-94. Donato había sido cambiado minutos antes. El segundo lanzador sobre la pizarra era Miroslav. Pero dada la parada del valencianista González que privó de una Liga a los blanquiazules que ganó el Barça in extremis, aún hay quien se pregunta porqué no fue él el designado. Pero los títulos llegarían. Primero la Copa del Rey del 95. Y ese mismo año, también la Supercopa. Los dos primeros títulos del club fueron con Bebeto. El de la cara aniñada, de aspecto algo débil, pero hábil con los pies y la cabeza. Fueron cuatro las temporadas en las que ofreció su jogo bonito en A Coruña. En total 102 goles en los 154 partidos que disputó hasta que lo ficha el Sevilla F.C. en 1996. Con gestas como ser de los contados futbolistas que anotan cinco tantos en un solo encuentro (al Albacete el 1 de octubre de 1995, sumando cuatro de esos goles en solo seis minutos).

A nivel internacional se alzó con la Copa del Mundo en EE.UU. en 1994. Junto con su estancia en el Dépor fue lo más brillante de una carrera que a partir de entonces fue de altibajos. En Sevilla jugó tan solo cinco partidos. Volvió a Brasil, exploró el torneo liguero de Japón y se retiró a lo Cristiano Ronaldo, su último curso fue la temporada 2002-2003 en el Ittihad de Arabia Saudí.