Florentino Pérez está a punto de dar un nuevo bocado a la chequera del Real Madrid. Esta vez no se trata de vestir de blanco a un nuevo Cristiano Ronaldo, sino de encontrar quien convierta a CR9 y sus compañeros en un equipo ganador. Y el elegido tiene nombre y precio. El fichaje de José Mourinho les saldrá a los del Bernabéu por unos 120 millones de euros.
El representante del técnico luso, Jorge Mendes, estuvo ayer negociando en la sede del club el nuevo contrato, del que, según apuntaron a la agencia Efe fuentes próximas a Mou, quedan por resolver «algunos flecos». Estas ligerezas podrían responder a la duración de la relación, ya que Florentino jamás concedió acuerdos superiores a dos años a ninguno de los entrenadores que firmó. El último ganador de la Champions exige cuatro o, como mínimo, tres con opción de prórroga.
A razón de 20 millones de euros brutos por temporada -la reforma de la ley Beckham le obliga a tributar un 43% y quedaría un neto cercano a 11 millones-, el portugués se embolsaría un máximo de 80. A esto hay que sumar que The Special One nunca camina solo y pretende llevar a su equipo de auxiliares al Real Madrid, como ya hizo en el Chelsea y el Inter. El equipo de ayudantes completo sale por otros 20 millones en total. El Inter percibirá ocho millones de indemnización y a eso hay que sumarle la que corresponde a Manuel Pellegrini y sus colaboradores: 12 a repartir. La suma llega a los 120 millones, primas por posibles títulos aparte. Un nuevo récord mundial.
El momento del desembolso (fraccionado, bien es cierto) es inminente y ya hay una traba menos en el horizonte. El entrenador chileno que ocupaba el banquillo blanco confirmó por fin ayer lo que era un secreto a voces y se le comunicó que Florentino ha ordenado su despido.
Batir las marcas de puntos en Liga de cualquier versión precedente del Madrid no ha sido suficiente para Pellegrini (tampoco lo fueron los títulos para Del Bosque o Heynckes o la fenomenal racha de Juande Ramos). Han pesado más la falta de trofeos y la presión mediática del entorno merengue.
En cuanto se resuelvan los mencionados flecos -probablemente hoy- se abrirá una etapa totalmente distinta a la anterior. Se va un chileno discreto y llega un portugués con títulos en la cartera, pero con elevados costes en cuanto a poder y dinero: 120 millones y Florentino con las manos quietas.