Hola «Rifle», adiós Pandiani
Deportes
FÚTBOL / DEPORTIVO
23 Sep 2000. Actualizado a las 07:00 h.
Confirmado: el Deportivo tiene dependencia de Walter Pandiani, el Rifle. Mientras su colega Tristán pone la clase, la estética y los amagos ofensivos, el uruguayo se limita a cumplir su contrato: marca goles y, como hasta ahora, decisivos. Pero ayer violó una cláusula. La autoexpulsión no estaba contemplada entre sus deberes cuando firmó por el Deportivo, y el gesto de su fea patada a Gurrutxaga puede traer consecuencias espinosas en la apretada agenda del club que le paga. Pandiani recordó ayer al Djalminha de la temporada pasada contra el Zaragoza (jornada 36) cuando, después de marcar el empate, se ganó la segunda cartulina amarilla por despojarse de la camiseta. Todo en diez minutos Al uruguayo le bastaron diez minutos (del 50 al 60 de partido) para ser el hombre más idolatrado y vituperado por la afición deportivista. Su primer balón acabó en gol, el último lo empujó a la ducha. Será titular en Turín ante el Juventus, pero el próximo choque de Liga en Riazor ante el Barcelona lo verá en compañía del público. Y quizá, con su metedura de pata frustre otro sueño importante: el de saltar al Santiago Bernabéu en competición oficial en la quinta jornada de Liga. Nadie duda del carácter luchador de Pandiani, un joven jugador que toma el Dépor como puerta de entrada en el fútbol europeo. Su garra le ha supuesto acciones decisivas para los éxitos del Deportivo: dos goles en Liga, uno en Liga de Campeones, un magistral pase a Naybet en Atenas, una actuación sobresaliente en el Teresa Herrera... Pero también un veto de diez partidos en la Copa Mercosur por su agresión a jugadores del Flamengo hace nueve meses.