La Voz de Galicia

Nueva iniciativa inmobiliaria en Nós, recuperando un esqueleto urbanístico

Oleiros

D. Vázquez oleiros / la voz

En febrero comenzarán las obras del inmueble, inacabado hace unos 15 años

19 Jan 2024. Actualizado a las 05:00 h.

Uno de los inmuebles más característicos de la crisis del ladrillo en Oleiros, el conocido como edificio de O Vieiro, va a ver por fin finalizada su construcción tras llevar más de tres lustros esperando por un proyecto que lo reactivase. Situado en la avenida das Mariñas, en la zona de A Raqueta, comenzaron hace menos de una semana a vallar la parcela, que linda con la rúa da Gaita.

Acaban de ser limpiados los dos cuerpos del inmueble en los que está dividida esta promoción inacabada, que en su día se barajó que podría tener uso hotelero o residencial. De allí se retiraron hasta ocho contenedores con material en desuso, lo que supone el adecentamiento de esta propiedad, muy visible al encontrarse en la rotonda de San Pedro de Nós.

 

Así es el edificio que será remodelado en Nós

A subasta

Esta parcela ha sido adquirida por la constructora y promotora coruñesa Anmira Galaica, que prevé poner en el mercado apartamentos de pequeñas dimensiones, aprovechando la división horizontal que tenía el inmueble.

Según el proyecto inicial, allí se podrían acondicionar más de 50 pequeños apartamentos entre los dos bloques, uno de ellos mirando a la carretera N-VI y a un patio interior, y el otro, situado en paralelo en la parte posterior, también dando al patio y para una zona verde y al Rego de San Pedro.

La Sareb, conocida como el banco malo y que comercializa activos inmobiliarios de entidades bancarias, había anunciado hace un año la subasta de esta parcela urbana en Oleiros por la vía de apremio tras un proceso judicial. Esa promoción salía con un precio de 3.155.965 euros y se especificaba que la cantidad adeudada por la promotora inicial que no logró acabar el proyecto eran 2.187.160 de euros.

Durante el tiempo que han estado abandonados, los bloques ha sido objetivo tanto de grafiteros, que han dejado su marca en un buen número de estancias, como de okupas, que también vieron en estas estructuras una oportunidad debido a su estado de abandono.

Llegó a haber un «apartamento» clausurado con candado, en donde el inquilino cerró con distintas prendas la parte del balcón, ya que todo el edificio carece de carpintería, y pintó amenazas en el suelo a modo de intimidación para que nadie accediese a esa zona, situada en la tercera planta.

El inmueble del polígono de O Valiño es una construcción que está en ladrillo, con semisótanos, sótanos y tres plantas, a las que falta el cerramiento de puertas y ventanas. Los días de lluvia se producían inundaciones en la zona, ya que todos los bajos estaban sin vallar.

Ahora, todos los accesos se han tapiado con vallas de la empresa constructora para impedir el acceso ante el próximo inicio de los trabajos de finalización del inmueble, que se espera que comiencen el próximo mes.


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