Tráfico tranquilo en la ronda de Nelle

La mañana del lunes está siendo tranquila en la confluencia de la ronda de Nelle con la avenida de Fisterra. Muy pocos vehículos circulan por el entorno del puente que la empresa Arias Infraestructuras está derribando desde la semana pasada. De hecho, estas dos grandes arterias viarias de la ciudad presentaban desde primera hora una imagen inusual para un lunes lectivo por la mañana: escasos vehículos y algunos peatones deambulando tranquilamente por la calzada, viendo el desarrollo de las obras.

Los vecinos explicaban que muchos conductores, conocedores de las restricciones del tráfico en este ámbito, optan por calles alternativas, mientras que otros señalan que hay menos tráfico porque muchos coruneses han cogido el lunes de puente para unirlo al festivo del martes de carnaval. «Veremos o que pasa o próximo xoves, cando volva a xente ao traballo e volvan circular os buses escolares», explicaba un vecino de la zona.

Esta mañana tan solo se han producido retenciones, y de forma puntual, en la bajada de la avenida de Fisterra hacia la ronda de Nelle. Concretamente, en el giro con la calle San Sebastián, ya que el tráfico se desvía por ese punto hacia Cuatro Caminos. Peatones y conductores pidieron que se amplíe el tiempo de apertura del semáforo para los vehículos para dar más fluidez y no se produzcan atascos. «Está muy poco tiempo abierto, quizás los del Ayuntamiento deberían hacer un cambio en el temporizador de forma momentánea, porque sino no da abasto», explicaba un peatón.

Mientras tanto, las máquinas excavadoras de la empresa Arias Infraestructuras trabajan contrarreloj para intentar derribar el mayor volumen de viaducto durante estos días festivos. El objetivo de la empresa es que el cruce de la ronda de Nelle con avenida de Fisterra esté despejada de escombros y abierta al tráfico a mediados de esta semana, con toda probabilidad este miércoles. Pero puntualizaron que todo dependerá del avance de las máquinas.  

Quejas de peatones

A pesar de que la mayoría de los peatones aceptan de buen grado los cortes que se están llevando a cabo en las aceras, algunos ciudadanos se encararon ayer con los operarios de las obras, reprochándoles los rodeos que tienen que dar para continuar su marcha. «Se hace por motivos de seguridad. Donde están trabajando las máquinas se ponen lonas protectoras para evitar que salgan piedras proyectadas y también se impide el paso a los peatones. Vamos cambiando las zonas en función de la proximidad de las excavadoras», confirman los operarios. 

Vecinos de la zona, como Florinda Añón, aseguran que el proyecto va a mejorar la calidad de vida en el entorno. «Durante o día si que oímos o ruído. Vivimos no octavo e temos dobre ventanal, pero aínda así algo se escoita. Nós estamos contentos con que se elimine o viaducto. Para nós é unha bendición. E polo tráfico que vai haber... pois que a xente vaia máis andando e colla máis o bus urbano, así non haberá tantos atascos», comenta.

Los residentes y comerciantes de la zona agradecen que los trabajos se estén abordando de la forma más rápida posible. De hecho, los hosteleros confirman que el derribo del puente les está influyendo negativamente en sus ganancias. En este sentido, Ronald Alexander Condori Ayala, empleado de la cervecería y cafetería Nancy's, confirmaba que no había puesto ni un solo café entre las 8.30 y las 10.30 horas, cuando un día lectivo normal ya ha servido al menos medio centenar. «Hoy no ha entrado nadie. Tú eres la primera persona que entra en la cafetería desde que he abierto [dice refiriéndose a la periodista]. De hecho, estamos notando un bajón importante desde que comenzaron las obras. A la vista de lo que está pasando, no sé si finalmente hoy pondremos menú del día», lamenta.

También Víctor Freire, de La Dulcería, comenta que están teniendo que devolver mercancía que no venden, algo que no les había pasado en los siete años que llevan abiertos. «En los últimos quince días han disminuido de forma considerable las ventas. Vienen menos clientes. Veremos qué pasa en los próximos días. Esperemos que solo sea un bajón puntual y que, con la reapertura del cruce y la mejora de las aceras, vuelva a haber más tránsito de gente y podamos recuperarnos. En ello confiamos», explica con esperanza.

Por su parte, José Antonio Pastoriza, responsable de la cafetería Maximum, situada en la avenida de Fisterra, confirma que sirven menos desayunos y que ese descenso se ha notado en caja: «Por las mañanas estamos haciendo unos 200 euros menos. Pero no estamos disgustados por las obras. Al contrario, esperamos que haya una mejora considerable en el entorno y ello atraiga después a más gente», indica.

Por otro lado, responsables de uno de los puntos más transitados de la zona, como es el Centro Médico Finisterre, indican que no están notando especialmente un descenso en el número de pacientes. Conchi López explica que es cierto que hay menos emplazamientos para aparcar y la calle está más tranquila, «pero la gente sigue viniendo porque ya tenían cita concertada o porque tienen la necesidad de que sean atendidos por un especialista». En todo caso, comenta que la tranquilidad de estos días en el tráfico podría cambiar a partir del miércoles, pasado el período festivo: «Veremos entonces si hay colas hasta la plaza de Pontevedra», comenta. 

Las obras dan más trabajo a otros sectores profesionales, como a Graciela Villar y a Patricia Ríos, empleadas de la empresa de limpieza Proficlean. Explican que el derribo está generando mucha suciedad que se impregna en las fachadas de los edificios: «Se nota mucho más polvo. Las escaleras hay que limpiarlas a conciencia», dicen. Y añaden que los cortes de tráfico les están afectando, porque ya no pueden utilizar las zonas de carga y descarga próximas, teniendo que cargar por las aceras con el material de limpieza.