La Voz de Galicia

Isabel Naveira: «Soy actriz y camarera, algo muy americano»

A Coruña ciudad

Pablo Portabales Protagonista de «Serramoura»
Isabel Naveira, Raquel en la serie de Voz Audiovisual «Serramoura», está a punto de cumplir los 40 y tiene un hijo de tres años.

15 Feb 2015. Actualizado a las 10:50 h.

Es sonriente, habladora y contundente en las respuestas. «No me gustan los animales ni las plantas. Me gustan las personas». Hija de padres emigrantes fue concebida en Alemania, pero su madre llegó a tiempo para traerla al mundo en Meicende. «Desde fuera puede parecer difícil de entender, pero me siento muy de Meicende. Mi paisaje de la infancia son las chimeneas de la refinería y andar en bicicleta al lado de montañas de azufre y coque», recuerda Isabel Naveira Ferreiro. «Con esos apellidos no puedo negar de donde soy», destaca esta mujer que interpreta el papel de Raquel en la exitosa serie de Voz Audiovisual Serramoura.

La crisis de los 40

Este año cumple los 40. «Me coges en plena crisis. Envejecer es un trago...». Tiene un hijo de 3 años y medio, Gonzalo, al que dedica el escaso tiempo libre del que dispone. «Me quedé embarazada durante el rodaje de Matalobos y los guionistas me incluyeron con el nuevo estado». Además de su faceta interpretativa, está al frente de O bar da Praza en su Meicende natal. «Soy actriz y camarera, que es algo muy americano. Me gusta la hostelería. Tiene una parte encantadora y me permite el contacto con la gente, que es lo que más me gusta», asegura. Los domingos por la noche los amigos se juntan en el bar familiar para ver el capítulo de Serramoura. Isabel sigue la serie en casa con su pareja. «Recibí un par de cojinazos por secuencias en las que aparecía con otros chicos. Pero no pasa nada porque Germán es del medio».

Sin timidez

Confiesa que carece de timidez. «Una cosa es el miedo al ridículo o la vergüenza, pero para mí entrar en un local con 50 personas que no conozco de nada es un aliciente». Dice que su principal virtud es que «todo me interesa. Tengo mucho interés y me divierto con todo», comenta mientras apura un café solo. «La lista de defectos es grande. Un genio del demonio, me cuesta pedir perdón y, aunque ahora con la edad intento controlarme más, soy muy impulsiva». Su gran afición es el baile. «Bailaría hasta la música del Telediario». Le apasiona el cine, pero ahora solo frecuenta las películas infantiles. «Me escapé para ver A Esmorga». Reconoce que no hace nada de deporte. «Los gimnasios me parecen aburridos. Antes iba a recorrer el paseo marítimo, pero ahora con el niño... Debo de ser de constitución delgada porque soy muy comilona. Estos días voy de laconada en laconada».

Disfraz de gallina

Estudió en el instituto en Arteixo y Filoloxía Hispánica en A Coruña. «Empecé con el grupo de teatro Xiradela y me metí en cursos de interpretación. Mi primer gran trabajo fue en Mareas vivas», recuerda Isabel, a la que hemos visto desde entonces en muchas series. «Nunca me dejaron hacer comedia», se lamenta. Las actrices gallegas están en un gran momento, María Castro, Celia Freijeiro o Nerea Barros, flamante ganadora del Goya. «Me da mucha envidia Nerea y también siento una gran alegría. Ir a trabajar a Madrid no me seduce. Quizás me falta algo de ambición, pero he ido teniendo suerte y trabajo, que es lo que queremos», reflexiona Isabel, que este carnaval, como todos los de su vida, se disfrazará. «Voy de gallina. Me lo hizo una amiga de manera artesanal. No soy muy de princesas», dice esta actriz que a los 15 años empezó a trabajar en el bar familiar.


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