El último gran derbi de A Malata

Porque no todo son resultados, hay derrotas cuyo valor simbólico trasciende al propio partido. Lo hizo aquel Racing-Dépor de la Copa 2002/03, uno de los encuentros más grandes que se recuerdan en A Malata, y del que se cumple mañana un decenio. Lo vieron ocho mil personas en el campo y, por encima del marcador, reforzó el vínculo de la grada con su equipo y el orgullo racinguista. Fue el primer derbi oficial en 17 años, y el último hasta la fecha. Al final cayó el equipo verde por 3-4, en la prolongación y cuando ya jugaba con uno menos.

Aquel fue quizá el mejor Deportivo desde entonces. Vigente campeón de Copa, venía de partirse la cara con el Bayern de Múnich -al que ganó- y empatar con el Madrid, y una semana después le esperaba San Siro. En un buen momento en la liga -aunque acabó descendiendo-, el Racing podía escribir otra hazaña en la Copa, un torneo que le brindó gran parte de sus momentos más emotivos.

El año de Cuéllar y Yasunaga

La interminable plantilla del Deportivo permitió a su entrenador, Javier Irureta, rotar jugadores. Prescindió de entrada de Makaay, entonces junto a Inzaghi el delantero más en forma de Europa, aunque lo reclamó luego. Y presentó de salida a Luque y Tristán, que la víspera había recibido el trofeo Pichichi de la liga anterior. También jugaron un futuro campeón del Mundo como Capdevila, Acuña, Sergio, Duscher... El Racing de Luis César también rotó, y jugó con Bello Amigo; Rambier, Íñigo, Jaio, Raúl López; David Pérez, Samir, Pablo, Razic; Cuéllar y Pezzarossi. Luego entraron Yasunaga, Méndez y Burle.

Makaay, Luque y Tristán juntos

El partido resultó inmenso por intensidad y emoción. Tristán adelantó al Déportivo, respondió con dos goles que adelantaban al Racing Cuéllar, según la crónica de La Voz «el condimento de todas las salsas verdes, liberado de los sicarios que le acechan el Segunda División». A Malata rugía. Volvió a aparecer Tristán, para marcar a pase de Luque. Luego Makaay asistió a Albert para rematar el 2-3. ¡Tremendo trío de puntas! Aquel día sí terminaron juntos, por todo lo que exigió el Racing al Deportivo de Jabo A continuación el Racing se quedó con uno menos por la expulsión de Rambier. ¿Demasiada ventaja para el campeón?

«Dos equipos de la Champions»

No estaba todo dicho aún. El empate nació en la otra punta del globo, desde donde llegó el japonés Yasunaga para hacer el 3-3. Aquello podía haberse resuelto como la eliminatoria de la Copa 1942/43, con un desempate en Oviedo. Pero llegó el tanto definitivo en el minuto 92, un zapatazo desde 25 metros de Luque, para el que el partido también tenía tintes de final: «Quiero demostrar que puedo jugar más», había dicho la víspera. La Galicia futbolística entera había seguido el partido por la tele, y el derbi fue líder de audiencia en la comunidad con 314.000 espectadores de media. «Fue todo un espectáculo impresionante de dos equipos de la Champions», ilustró el entonces entrenador del Lugo, Xulio Díaz.

Cayó el Racing, pero perdió como un gran campeón. «Toda la ciudad tiene que sentirse orgullosa de su equipo», resumió Bello Amigo.