«A partir de los 35 años es aconsejable hacerse chequeos del corazón»

Si hay una rama de la medicina que ha evolucionado de forma exponencial en los últimos años esa ha sido la cardiología. Tanto en tratamientos, como en tecnologías, cirugías y terapias: «Con las técnicas actuales, un corazón puede bombear al treinta por ciento de su capacidad durante un período aproximado de diez años. Eso era inviable antes», apuntó Jorge Rodríguez Garrido. Asturiano de 38 años, está adscrito al departamento de cardiología del Chuac y también dirige su propio centro: Clínica Cardiológica Garrido, en Cee.

Su experiencia le dice que cada vez hay más problemas derivados del corazón y en edades más tempranas. El estrés y la ansiedad forman parte de un peligroso cóctel que pueden desembocar en ictus, embolias o infartos. En estos casos el doctor apela a la prevención: «A partir de los 35 años es aconsejable empezar con los chequeos del corazón. Nos permite analizar si un paciente puede sufrir en un futuro un accidente cardiovascular o si hay una propensión genética a sufrirlo». También si hay factores de riesgo y cómo pueden incidir en el sistema cardiovascular: «Tensión alta, colesterol, diabetes... En muchos casos no hay siquiera una sintomatología previa, pero a través de los diagnósticos podemos detectar si es factible que en un futuro una persona puede sufrir una grave dolencia».

De la misma opinión es Blanca Puñal Blanco, de la Clínica San Pablo, en la rúa Poniente de Carballo. Médica internista desde hace veinte años, compagina ese cargo con su puesto en el hospital San Rafael. Y considera que la prevención lo es todo y más ahora cuando prevalece el estilo de vida poco saludable: «Existe un sinfín de sintomatologías asociadas al estrés y la ansiedad. Hablo de hipertensión, colesterol alto, problemas de tiroides, diabetes, gastritis... Patologías vinculadas a este tipo de hábitos». Lo más llamativo, en su caso, es cuando una persona joven, de 40-45 años, acude a su consulta por problemas de obesidad mórbida. Y explicó: «Sufren hipertensión, diabetes, colesterol alto.... Es muy complicado controlar todos estos parámetros». La única receta en estos casos es llevar un ritmo de vida más pausado y cambiar de hábitos de vida.

La doctora Blanca Puñal también aconseja los chequeos, los controles preventivos y que se haga un seguimiento mucho más exhaustivo en aquellos casos en los que afloren factores de tipo hereditario o genético. Estos controles, según ella, deberían ir acompañados de ejercicio: «Siempre se lo digo a mis pacientes, tan importante son los chequeos como llevar a cabo actividades deportivas. Y cuando hablo de actividad física no digo necesariamente que haya que ir al gimnasio. Con comer sano, pasear y practicar algo de deporte llega». Según ella, más de uno se sorprendería de lo que supone llevar una dieta sana y hacer algo de bicicleta estática, «aunque solo sean treinta minutos al día». Y citó el caso de un matrimonio que siguió sus consejos: «Los parámetros que tienen en la actualidad difieren mucho de los que presentaban cuando llegaron a la clínica».