La Voz de Galicia

La inflación dispara el coste del SAF y provoca conflictos laborales en la Costa da Morte

Carballo

Cristina Viu Carballo / La Voz

Los salarios han llevado a las trabajadoras a salir a la calle por sus derechos

17 Feb 2024. Actualizado a las 05:00 h.

Ahora son las trabajadoras de Camariñas, pero antes fueron las de Muxía y previamente las de toda la Costa da Morte por el convenio colectivo. El servicio de ayuda a domicilio, más conocido por las siglas SAF (Servizo de Axuda no Fogar) está provocando conflictos laborales. La razón principal está en la inflación, que en los últimos dos años acumula una subida de más del 10 %. Para algunas empresas se trata de un incremento difícilmente asumible, sobre todo si el contrato con el Concello tiene varios años de vigencia. Es el caso de Camariñas, cuyas tablas salariales son del 2019.

El convenio colectivo cuya firma provocó no pocas manifestaciones y protestas hace ya dos años establece que si no hay firma de las partes, los incrementos salariales serán del IPC, lo que ha dado problemas a las empresas que los han trasladado a los concellos. En casi todos los casos, los gobiernos locales se han avenido a cambiar las condiciones porque se trata de un servicio imprescindible que cada vez tiene más demanda. De hecho, en casi todos los presupuestos de este año el aumento del dinero que se dedica a la prestación ha sido muy importante, en parte por la necesidad de aumentar los salarios y también porque cada vez se van sumando nuevos usuarios y la intención de los ayuntamientos es que no haya lista de espera. Además, casi todo el dinero del POS social de la Deputación se dedica a esta prestación, que los concellos consideran impropia porque corresponde a la Xunta.

Pocas jornadas completas y quejas por la gestión

Las protestas de las trabajadores suelen centrarse en los salarios y últimamente en el cumplimiento del convenio, pero son habituales otras quejas. Una de las principales es la dificultad de reunir una jornada completa por la organización del trabajo y por la demanda de los usuarios, aunque las empleadas consideran que con una buena gestión eso es posible. La asistencia a primera hora de la mañana, a última de la noche y a mediodía son lo más demandado. En ocasiones la persona que acude al domicilio no es la misma a lo largo del día.

El precio de la hora podría llegar este año a los 23 euros

La alcaldesa de Vimianzo, Mónica Rodríguez, reconoció en Radio Voz Bergantiños que en la próxima revisión del contrato el precio de la hora podrá llegar a los 23 euros. Actualmente anda sobre los 20, pero varía en función de cuándo se firmó el acuerdo. Si se toman como referencia las ayudas de la Deputación, que en la Costa da Morte sirven para financiar más de 75.000 horas de atención, el valor de la subvención varía bastante. Así en Camariñas recibirán 94.000 euros para realizar 2.000 horas entre tres personas, lo que son más de 15 euros, en tanto que a Laxe le corresponden 78.400 euros entre dos personas para la realización de 3.200 horas, lo que no llega a los 12,5 euros.

La determinación del precio de la hora depende de la propuesta que haya presentado la empresa, que suele ir a la baja. Hace años no había demasiados problemas con ello, aunque en algunos casos tuvieron que realizarse revisiones por el incremento de usuarios, que no se había contabilizado. También hubo casos en los que los concursos quedaron desiertos.

ANA GARCIA
«O salario é de 1.400 euros e pico, máis as extras, os domingos e a quilometraxe»

«Non hai problemas para ter persoal, porque é un traballo ben pagado. O salario é de 1.400 euros e pico, máis as extras, os domingos e a quilometraxe». Es la valoración de José Manuel Pastoriza, que lleva el servicio de ayuda a domicilio en Muxía. El conflicto que se desencadenó con las trabajadoras está ya resuelto. «O convenio establece que se non se acorda outra cousa a subida será do IPC. Tiña que terse firmado no 2022, pero non se fixo, polo que iso se mantén vixente», señala.

Las dificultad, según explica, no está en la organización del trabajo, aunque reconoce que la demanda aumenta sobre todo por las mañanas «para facer os aseos e tamén para a alimentación». El problema principal es tener dinero suficiente para afrontar una prestación para la que cada vez hay más demanda y la previsión es que siga subiendo. «Ningún concello é capaz de negar a axuda a quen teña dereito. A xente pide a dependencia e segundo o grao que corresponda lles outorgan tantas horas. Cantos máis usuarios ten un concello a carga é maior», explica. La clave parece estar en la aportación de las Administraciones para poder soportar el coste.

Para las empresas del sector no está siendo un buen año, aunque José Manuel Pastoriza asegura que no queda otra que asumirlo, puesto que se trata de un riesgo que ya figura en los pliegos, aunque lo habitual es que los concellos intenten paliar el problema renegociando los costes laborales.


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