Negocios del Camiño de Fisterra y Muxía aspiran a poder cubrir gastos este año

El 1 de julio marcará un punto de inflexión en el Camiño de este 2020 porque para entonces se ha anunciado la reapertura de la catedral, los albergues públicos y otros servicios de la ruta. Esa es la fecha que también se espera en la Costa da Morte, escenario del Camiño a Fisterra y Muxía: «Agora non hai peregrinos, o Camiño está parado e os albergues están pechados. Agardan a abrir o 1 de xullo», dice Jesús Picallo, presidente de Solpor. La entidad que encabeza aglutina a unos 120 socios del finis terrae, negocios variados, así que con tal representatividad tienen una imagen clara de lo que viene a corto plazo: «Chegar ás cifras do ano pasado vai ser imposible, iso sen dúbida. Abril, maio e xuño eran tres meses moi importantes para o Camiño. O obxectivo este ano vai ser cubrir gastos e saír o menos tocados posible disto. A ver se no segundo semestre do ano se colle velocidade».

Espera que primero vayan tirando los peregrinos nacionales y que después lleguen los internacionales, «porque aquí o 60 % deles eran estranxeiros». Del Camiño dependen no solo los albergues, sino muchos otros alojamientos, además del sector hostelero de los municipios que atraviesa, en gran medida, e incluso proyectos auxiliares, como el de transporte de mochilas.

«Un pobo fantasma»

A nivel turístico, comenta Picallo, se está registrando una buena cantidad de llamadas para julio y agosto. Las previsiones son alentadoras porque la Costa da Morte cumple las «tres eses» del turismo que parece que viene: es un destino «seguro, sostible e de saúde». «O que antes era unha debilidade, a dispersión xeográfica, agora será unha fortaleza. Antes tampouco preguntaban se había hospital preto, agora si», sopesa. Cree que la comarca será un destino «de moda» y que se hará «xustiza con nós». Añade otro factor: «Facer o Camiño non é caro e Galicia é a primeira comunidade en saír do estado de alarma». «La idea es salir, al menos, con los gastos cubiertos», valora Marisol Rodríguez desde Casa Talieiro, en Cee. Su establecimiento, bar y estanco, es un referente, toda vez que, «en 20 kilómetros, es la primera cafetería que se encuentran los peregrinos». Abrieron el pasado 25 de mayo y asegura que están contentos con la respuesta vecinal, aunque la falta de peregrinos se nota. Con limitaciones horarias siguieron trabajando con el estanco, «pero aquí servimos a casi todos los bares de Cee, y al estar cerrados...». Hubo que adaptarse, poner en marcha medidas, pero se muestra esperanzada, aunque consciente de que «será un año complicado».

«A falta de peregrinos nótase moitísimo. As habitacións están libres e falta ese ambiente, parece un pobo fantasma», valora Paco Cousillas desde As Pías (Olveira, Dumbría). Pese a ello, comenta, están trabajando bastante bien «coa xente de aquí» y en cierta medida son optimistas: «As previsións din que no verán vai haber moita xente, que case todo está ocupado, pero a ver que pasa, se non hai un rebrote». En el albergue O Logoso, también Dumbría, dicen que alguna llamada hay para julio y agosto, pero de momento no muchas: «Aquí, a maioría do peregrino é de fora, e ata que abran aeroportos... Este ano se se cubriran gastos xa sería unha sorte».

Otros caminos

Jesús Lema: «Agora mesmo estamos moi enfocados ao Camiño dos Faros, que atrae a un visitante máis ben nacional»

Jesús Lema, además de gerente de Casa de Lema, en Morpeguite (Muxía), es también el presidente de la Asociación Muxía Turismo Natural, que aglutina a establecimientos de turismo rural, pero también a otros negocios del municipio. Atestigua que, en Muxía, el Camiño de Santiago sigue por el momento parado. Algunos albergues podrían abrir el día 1, pero otros incluso se plantearían abrir solo en caso de reservas para grupos, porque hacerlo para una estancia individual de diez euros, por ejemplo, no cubriría los gastos de las necesarias desinfecciones ahora en tiempos de covid-19.

La ruta jacobea podría quizás quedarse un poco en stand-by, aunque Lema tiene el recuerdo de la crisis del 2008, cuando al ser esta opción una forma de viajar relativamente barata, yendo de albergues, atrajo a un buen número de caminantes nacionales: «Estase, ademais, en contacto coa natureza». Puede que vuelva a ser así, aunque, como él dice, en su caso están ahora más enfocados hacia el Camiño dos Faros, que ya atrae más de por sí a un visitante nacional. «Os Concellos están comezando a limpar», dice. Camariñas ya lo anunció días atrás y en Muxía lo tienen ya comentado con el regidor. En cuanto a la propia casa de turismo rural, asegura Lema que las reservas están yendo ahora a buen ritmo y que ya están trabajando bien los fines de semana: «Creo que aquí na Costa da Morte salvaremos xullo e agosto, para salvar os mobles, coma quen di», valora. Las expectativas no son malas y a nivel hostelería Muxía ya se está moviendo bien durante los fines de semana.

Estrella Busto: «De momento peregrinos da Vía Mariana, ningún, porque tampouco poden saír. Pero autocaravanas vai habendo»

Hace poco más de un año, en mayo del 2019, se inauguraba en Brandoñas el campamento turístico Santa María, un formato de alojamiento único, en cierta medida, ya que alberga bungalós, casa rural, cámping y zona de autocaravanas. Está situado en plena Vía Mariana Luso-Galaica, un camino que va recorriendo santuarios marianos desde Braga (Portugal) hasta Muxía. «De momento peregrinos ningún, porque tampouco poden saír. Pero autocaravanas vai habendo», contaba ayer mismo Estrella Busto. Eso le hace tener cierta esperanza, después del chasco que supuso el coronavirus, en tanto que las previsiones para este verano del 2020 no podían ser mejores: «Tiñamos todo completo, todo alugado entre o 17 de xuño e o 9 de setembro. No pudo ser.

Por suerte, va empezando a haber algo de movimiento: «Vai indo. Tres casiñas alugadas na fin de semana, unha autocaravana...», detalla. El fin de semana reciente de sol atrajo nada menos que a diez y, el anterior a ese, hubo cuatro. «Penso que o das autocaravanas vai funcionar», explica. Habrá que ir viendo día a día y ver, también, cómo se comporta el próximo mes de julio: «Foi tanta a desilusión... Ninguén contaba con isto, foi un pau para nós e para todo o mundo en xeral», valora. Pese a ello, con las reservas que van llegando, Estrella dice que trata de ser optimista. Con la crisis del covid-19, Galicia puso 157 alojamientos turísticos a disposición de personas afectadas. En la relación difundida por la Xunta, el campamento turístico Santa María era el único de su categoría.