La ilusión de todos los días

POR LOS riscos de Touriñán y las rocas de Caneliñas. Por las laderas de Arnela y las piedras de Petón Vermello. Por lugares como esos los habitantes de la Costa da Morte buscan día a día su cupón, que viene en forma de fardo y que no se canjea en el banco, sino en Vilagarcía fuera de horario de oficina. Después comprobar que la Primitiva es algo más remoto que el Plan Galicia, y que cuando monten el parador no habrá cuartos para que los locales disfruten de sus instalaciones, los términos del azar han cambiado. Aquí no hay oro, pero las aguas son prolíficas en otro tipo de materiales. La palabra clave es fardo . Se repite en bares y tabernas. Dicen que están apareciendo tipos de gafas oscuras y guantes blancos de los que calzan pistola, es la versión moderna de aquello que sufrían la fiebre del oro. Sólo cambian el caballo por el Kadet. A este ritmo la Costa da Morte pronto será el lejano Oeste.