Máster en jugársela

En casa somos muy fans de la serie Big Bang Theory. Nos gusta tanto que deglutimos capítulos repetidos hasta la náusea. Creo que esta sitcom ha hecho más por la ciencia en los últimos años que la mitad de los gobiernos del globo, no digamos ya el nuestro. De ahí mi sorpresa cuando esta semana me enteré -tarde, como siempre- que este sábado abría en Boiro una tienda de cómics y parafernalia llamada Capitol, muy al estilo de la tienda de esta serie.

 En mi opinión, es una aventura arriesgada digna de esta alabanza. Apostar todo a una pasión no debe ser sencillo cuando es tu sustento lo que está en juego. Un establecimiento de estas características, juraría que único en el Barbanza si exceptuamos una tienda del género manga en Ribeira, hace de Boiro un pueblo un poco más moderno. Quién me iba a decir a mí que en plena calle peatonal me podía hacer con los Watchmen o el V de Vendetta de Allan Moore; que podría encontrar la espada de Légolas; la varita mágica de Ermione; el bate de espino de Walking Dead o un hacha de Juego de Tronos.

 Hay quien le pone valor al asunto al sacar adelante sus sueños -no hay otro modo- y hacen de nuestras calles algo más que un centro comercial abierto. Otro ejemplo es la ya consolidada La Doce; la galería de arte de la pintora María Magán que no para de dar oportunidades para que artistas de todas partes expongan sus obras al público y que junto a locales como Mundo Creativo o Sargadelos ayudan mucho a cubrir las carencias culturales de la administración. Esta gente tiene un máster en jugársela sin que se lo regale nadie.