Vilagarcía despide a Cholín, el ferretero generoso al que Luz Casal cantó en el confinamiento

Es probable que el nombre de Juan Antonio Abalo Pazos no le diga demasiado a la Vilagarcía del nuevo siglo. En cambio, su mote encenderá los recuerdos de muchos de los habitantes de la capital arousana, especialmente los de los más veteranos. Cholín acaba de fallecer a una edad avanzada, 95 años, que llevó muy bien hasta hace relativamente poco tiempo, cuando él y su esposa, Carmiña, tuvieron que despedirse de la casa familiar de A Pedreira, en Guillán, para dejar que su hija Carmen los cuidase. Hay muchas facetas en las que destacó nuestro hombre. Pero tal vez la más entrañable sea la que le ganó una merecida fama de persona generosa. Sobre todo cuando, al frente de la antigua ferretería Obelisco, enclavada en el comienzo de la calle Castelao, prácticamente ya en la plaza de Galicia, fiaba a quien lo necesitaba y recurría a los célebres plazos para facilitar a todo el mundo la adquisición de electrodomésticos con los que equipar un hogar.

Hubo una época en el que el nombre de Abalo frecuentaba también las páginas de los periódicos. Convencido partidario de José Luis Rivera Mallo desde el inicio de su carrera política, estuvo con él a las duras y a las maduras. Cuando Rivera Mallo desempeñó la alcaldía o la presidencia de la Autoridad Portuaria, y ocupó un escaño en el Senado, tanto como cuando fue destituido y caían de todos los colores, hasta acabar ideando Independientes por Vilagarcía, la formación que contribuyó a fundar. «Se va un amigo entrañable, una persona encantadora, buena, que trabajó muchísimo por Vilagarcía. Estoy muy apenado», confesaba el propio Rivera poco después de conocer la mala nueva. No necesitó Cholín ser concejal para recorrer con su alcalde un medio rural que se sabía al dedillo.

Hace cuatro años, en abril del 2020, la pandemia desatada por el coronavirus daba sus primeros compases oscuros. Fue entonces cuando Cholín se asomó por última vez a la ventana que es La Voz de Galicia. Lo hizo para hablar de un momento de esos que se dan pocos. Uno de sus nietos, Nando, contactó con Luz Casal, que con sus llamadas telefónias contribuía a aliviar el duro confinamiento a quienes vivían solos o apenas podían desplazarse. Encantada con la conversación que pudo mantener con Cholín y Carmiña, la estrella de Boimorto no solo les cantó su legendario Negra sombra; compartió también en su Instagram la charla que acababa de mantener con el matrimonio vilagarciano. «A ver si esto nos hace mejores», se despidió él. «Espero que sí», respondió la cantante. Quién lo sabe.