El gastrónomo burelense Andrés Quiroga triunfa con sus tartas de queso en Bilbao
A Mariña
Después de casi un año realizando catas, abrió un nuevo local, Morriña D'gozo, a 350 metros del Guggenheim
10 Dec 2025. Actualizado a las 14:31 h.
Un local con mucho aroma a Galicia se abre paso desde el pasado viernes 28 de noviembre en una de las zonas más concurridas de Bilbao, a tan solo 350 metros del museo Guggenheim. Después de casi un año realizando catas en las que mezcla tartas de queso totalmente artesanales con vinos de diferentes denominaciones, el emprendedor burelense Andrés Quiroga Rivas ha dado el paso de poner en marcha su propio local, Morriña D’gozo, donde se pueden seguir realizando las catas en las que maridan las tartas con el vino o simplemente probar cada producto por libre, así como hacer un p?pequeño parón en la jornada a degustar una infusión, un café o un zumo.
A sus 26 años y después de formarse en el afamado Basque Culinary Center, la única facultad gastronómica de Europa, donde se graduó en Ciencias Gastronómicas y Arte Culinaria, Andrés trabajó en el bar Salitre de Burela y en la empresa de cátering Sodexo. Pero tenía claro que quería emprender, que lo quería hacer en la tierra donde se formó, pero sin olvidar Galicia, y el año pasado se puso manos a la obra. Creó la marca Morriña D’gozo tras un tiempo estudiando el mercado, para lo que desarrolló «un plan de negocio e busquei provedores mirando ter aceptación en Euskadi», recuerda.
Luego de realizar catas de tartas de queso y vinos en diferentes bares y restaurantes de la capital vizcaína, así como un par de ellas en el Salitre de Burela, vio claro que tenía que dar un paso más. «Decidinme porque as catas ían moi ben e a xente demandaba moito poder levar tartas para a casa, así que precisábamos dun sitio no que poder producilas e logo entregalas», explica.
El gastrónomo mariñano está muy contento con la respuesta de la clientela en los primeros días desde la apertura. «A verdade é que está indo bastante ben, con moitos encargas e moita vendas, xa que a xente pode tomalas aquí ou levalas para a casa», apunta.
La ubicación del local, a escasos 350 metros del Guggenheim, reconoce que también les está ayudando. «Ao estar tanta cerca estanos dando bastante afluencia de turistas e xente que pasa camiño do museo», indica.
Además de su apuesta por instalarse en Bilbao, tenía muy claro que quería probar un negocio con las tartas de queso como base: «É unha sobremesa que me leva encantando toda a vida e sempre que a vexo na carta dun restaurante, pídoa. E aquí hai moita cultura desta tarta e gusta moito. De feito, chámanlle Basque cheesecake e sabía que se podían potenciar con diferentes queixos. Fixen probas na casa e sabía que era un produto que gusta moito e que ten moita aceptación aquí».
Sorpresa inicial
Pese a la querencia de los vascos por las tartas de queso, no esconde que las catas en las que las mezlcan con vino causan muchas veces sorpresa al inicio. «Ao principio á xente chócalle bastante a idea e temos que explicar que as tartas son moi pouco doces, xa que predomina o sabor do queixo. Aínda estamos adestrando un pouco á xente, pero esa retiencia desaparece cando lles explicamos o concepto e llas damos a probar, que saen encantados», indica Andrés.
El local abre de martes a domingo, de 10 a 20 horas, y permanece cerrado los lunes por descanso. Como de momento no tiene fecha prevista para volver por Galicia, «aínda que me gustaría facer algo no futuro», invita «a todos os que veñan por Bilbao a pasar polo local e probar as nosas tartas», señala.
Una variedad a base de San Simón y un godello o un albariño para acompañarla
La carta se compone de cuatro tartas que mantendrán siempre y una especial cada mes. De este modo, los que se acerquen a Morriña D’gozo pueden escoger entre la tarta la viña, la tarta Idiazábal, la tarta de San Simón da Costa y la de mascarpone y café. «Esas catro van ser inamovibles e imos ter unha quinta especial que irá variando cada mes. A de xaneiro, por exemplo, vai ser de Savel, un queixo azul de Galicia elaborado con leite crú de vaca da raza Jersey», avanza el gastrónomo burelense.
Andrés Quiroga cree que «sempre hai que apostar por cousas da casa» y por eso en los maridajes también tienen una abundante presencia los vinos gallegos. Ofrece el Albariño Do Ferreiro, el Godello Louro o el Mencía As Xaras, así como productos locales como el Txakolí Urriondo o Akarreui y de otras tierras como el Rioja Biga, el portugués Barbeito 10 o el el Moscato d’Asti italiano Luigi Odero.
Encargas para Navidad
Cuenta con un pequeño obrador por lo que de momento su producción, totalmente artesanal, no es muy grande, pero sí está perfectamente cuidada al detalle. «Para consumir no local faremos unhas vinte, entre tartas pequenas e porcións, e logo están as encargas. Hai moita demanda para celebracións familiares e agora para Nadal tamén están empezando a chamarnos. Temos unha oferta limitada porque non temos unha capacidade de produción enorme e xa estamos cerca de pechar as encargadas para esas datas, así que estamos moi contentos por como están indo as cousas», manifiesta.