Viveiro aspira a ser «capital galega da arqueoloxía subacuática»

Justo cuando la directora de Turismo de Galicia presentaba en O Grove la Wildsea Atlantic Ocean Heritage Route (ruta del patrimonio del océano Atlántico), y cuando la Asociación Tesouros de Galicia proponía en A Coruña a los GALP (Grupo de Acción Local do Sector Pesqueiro) el Proxecto de Aproveitamento Cultural do Patrimonio Subacuático Galego, el Concello confirmaba su intención de «facer de Viveiro a capital galega da arqueoloxía subacuática». Jesús Fernández Fernández, concejal de Mar, concreta un proyecto «a medio/ largo prazo que incluiría rutas guiadas para visitar pecios, concursos fotográficos ou un espazo virtual de divulgación».

Conservando el patrimonio sumergido, Viveiro quiere sacarle partido como atractivo turístico, aunque el edil de Mar tiene muy claro «que todo depende da financiación». En una apuesta que comparte el gobierno que preside la alcaldesa María Loureiro, Jesús Fernández sostiene que el «turismo subacuático xenera riqueza e move a economía», algo que volvió a constatar ayer, en A Coruña, en la presentación del proyecto de Tesouros de Galicia.

«Preservando o patrimonio, coa autorización da Xunta e contando co Centro de Actividades Subacuáticas Viveiro e co Centro de Actividades Subacuáticas Costa Lugo, faríanse as rutas guiadas polos pecio. Os concursos fotográficos potenciarán os vestixios arqueolóxicos, e unha carta dos pecios coa súa localización e identificación promocionaríos», explica el concejal.

Una ría salpicada de vestigios históricos en la que siguen apareciendo restos de naufragios

«Viveiro é un dos portos do Cantábrico máis dinámicos da Idade Media e de parte da Idade Moderna», explicó en la ciudad el arqueólogo submarino Antón López Arenas, director del equipo científico del Noroeste de la Federación Española de Actividades Subacuáticas. De ahí que la ría esté salpicada de pecios, los más famosos, los de la fragata Magdalena y del bergantín Palomo, que se fueron a pique en Covas en 1810. Miguel San Claudio Santa Cruz, arqueólogo subacuático, los estudió en el 2015, dentro del proyecto ForSeaDiscovery, que también investigó dos cañones en el entorno de la Insua de Area, descubiertos por buzos aficionados y que en su momento se dijo que podrían pertenecer al galeón San Bartolomé, del siglo XVI. Anteayer aparecieron en esa misma zona otros tres cañones, que podrían ser de un buque del siglo XVIII. Son parte del patrimonio submarino de Viveiro.

Una mesa por la defensa de ese patrimonio

La localización, identificación y reproducción de los restos arqueológicos sumergidos en Viveiro es una de las iniciativas que surgió en la mesa por la defensa del patrimonio de la ría. Se gestó cuando, con apoyo de el arqueólogo Antón López, se organizaron las Primeras Jornadas de Historia y Arqueología Marítima de Viveiro. Celebradas el año pasado, la segunda edición será en noviembre. Además del Concello, de la mesa también forman parte la Federación Española de Actividades Subacuáticas, Terra de Viveiro, Sementeira, Lembranza y los buzos viveirenses.