La Voz de Galicia

Cuando gobernar es poblar

A Mariña

El Concello de Mondoñedo impulsa la política de vivienda para evitar el descenso de habitantes Gobernar es poblar. Se le atribuye la frase a un presidente argentino, pero la suscribe totalmente el primer alcalde de Mondoñedo del siglo XXI. El municipio mindoniense, origen de numerosos emigrantes a Argentina, lucha contra una enfermedad, la pérdida de habitantes, que se detectó hace décadas y cuya curación todavía parece lejana. El gobierno local busca conjugar la restauración, basada en el Plan de Rehabilitación y en el proyecto Os Muíños 2002, con el apoyo a las nuevas construcciones.

01 Feb 2001. Actualizado a las 06:00 h.

X.M. PALACIOS MONDOÑEDO El Concello juega al ataque contra el descenso de habitantes. Aunque aún parecen lejanos el final del partido y el resultado, un dato mueve al optimismo al gobierno local. Para las quince viviendas de promoción pública que se construirán en Os Muíños para menores de 35 años, se han recibido ya 63 solicitudes de información; y la satisfacción aumenta porque algunos interesados viven en otros municipios. El alcalde Luis Rego ve en esa demanda una muestra de las capacidades de Mondoñedo para ser «ciudad residencial». En ese ámbito ofrece unas características «absolutamente incomparables» que se reflejan «indudablemente» en el interés de forasteros por habitar a la sombra del Padornelo. Contra 20 años de parálisis El plan Os Muíños 2002, cuya redacción se inició el año pasado, superó ayer el primer examen. Los respectivos delegados provinciales de Política Territorial y del Instituto Galego da Vivenda e o Solo (IGVS), Antonio Bonet y Eugenio Basanta, recibieron en Mondoñedo explicaciones sobre el proyecto que ultima la Oficina Municipal de Rehabilitación. Queda ahora «el reto» de acabarlo en primavera para poder licitarlo este año. «Creo que vamos muy bien encaminados», afirmó ayer Rego. Si se cumplen plazos y previsiones, se logrará, tal como recoge el trabajo de la arquitecta Marta Geada, potenciar «todos eses valores marabillosos» que dan a Os Muíños su atmósfera «especial». Pero esta vez el Concello quiere marcar el ritmo del partido. Para ello, según explicó Rego, ya se piensa en trasladar la experiencia de Os Muíños a otros lugares, especialmente al casco histórico. Y aunque se está elaborando el nuevo plan de urbanismo, el Concello rechazó la suspensión cautelar de licencias: «Llevábamos -añadió Rego- veinte años parados en construcción y teníamos que ofrecer posibilidades». Si así se frena el descenso de habitantes, podrá demostrarse que veinte años, a veces, no son nada.


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