Viernes, 13 de Junio 2025, 10:30h
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El taxi huele a ambientador de vainilla y a algo más que no logro identificar; quizá a decepción, quizá solo a martes por la noche. El conductor tiene la radio sintonizada en una de esas emisoras donde los pastores hablan con la seguridad de quienes nunca han dudado de nada. Su voz llena el espacio entre nosotros como humo, hablando del propósito divino, de cómo todos somos parte del plan de Dios, de cómo todo sufrimiento tiene un significado.
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