Recientemente, Carmen Iglesias, en un brillante y esclarecedor texto, se hacía eco de una divertida anécdota que tiene como protagonista a Alexander von Humboldt. Relata el padre de la geografía moderna que un día, en las inmediaciones del Orinoco, fue a dar con una tribu de zambos (hijos de india y negro) que, como todas, estaba bajo la protección especial del Rey de España. El jefe lo recibió solemnemente y aprovechó para indagar cómo se encontraba su 'primo' el Rey. A continuación, y después de dejar claro que, a pesar del color de su piel era un caballero blanco, le presentó a su mujer y a su hija, doña Isabela y doña Manuela, «tan desnudas como él», especifica Humboldt, añadiendo que, a pesar de no haber salido nunca de su territorio, el cacique seguía «con vivo interés las noticias de Madrid y todas las cosas de allá».
