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Pequeñas infamias

'I Ching'

Carmen Posadas

Viernes, 17 de Mayo 2024, 09:53h

Tiempo de lectura: 3 min

Mi amigo González Glez y yo teníamos unas gambas pendientes desde la pandemia y, por fin, nos las hemos tomado. Para decir toda la verdad, no fueron unas gambas, porque acabamos quedando en El Ateneo y comimos el menú del día, pero el ritual puntúa igual.  Cuando nos vemos, que no es muy a menudo, porque él vive siempre en los extremos de la Península, antes en Cádiz y ahora en Costa da Morte, aprovechamos para hablar de lo divino y sobre todo de lo humano, porque tiene una virtud que aprecio mucho: la capacidad de ver la vida desde un ángulo digamos que 0,10 grados más agudo o más grave que el resto de la gente. No parece mucha diferencia, pero esos 0,10 grados hacen que uno tenga un modo distinto de ver las cosas, las mismas que vemos todos, solo que con otro enfoque.

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