En el primer tercio del siglo XX, el mundo occidental se dejaba seducir por dos ideologías entonces tan nuevas como atractivas. Por un lado, estaban los admiradores (entre ellos, muchos intelectuales) del modelo marxista, que propugnaba una sociedad igualitaria determinada por el progreso, el bienestar de los más débiles, la educación y la enseñanza gratuita. Todo un canto a la esperanza que, justo es decirlo, en pocos años transformó a la Unión Soviética de una sociedad campesina y analfabeta a una industrial y urbana, así como a una superpotencia militar. Por otro, estaba el modelo fascista que, en un principio, devolvió la autoestima en particular a los alemanes, impulsó grandes obras como la construcción de autopistas, desarrolló la industria y relanzó la economía logrando que el número de desempleados pasara de 5,6 millones en 1932 a un porcentaje cercano a cero en 1939. No es necesario recordar, sin embargo, en qué acabaron aquellos dos bellos espejismos.
-
1 Aniversario de Hiroshima | El oficial que dijo «adelante» a lanzar la bomba atómica... y se volvió loco
-
2 Andrew McAfee | «La inteligencia artificial creará empleos para gente especialmente talentosa»
-
3 ¿Por qué con la edad nos comportamos como nuestros padres?
-
4 Los secretos de la vida íntima de Charles de Gaulle
-
5 El amo de la inteligencia artificial | EEUU, China, Musk, Bezos, Zuckerberg... Todos dependen de él

Los 11 días más misteriosos de Agatha Christie: amnésica y con el corazón roto
-
1 Aniversario de Hiroshima | El oficial que dijo «adelante» a lanzar la bomba atómica... y se volvió loco
-
2 Andrew McAfee | «La inteligencia artificial creará empleos para gente especialmente talentosa»
-
3 ¿Por qué con la edad nos comportamos como nuestros padres?
-
4 Los secretos de la vida íntima de Charles de Gaulle
-
5 El amo de la inteligencia artificial | EEUU, China, Musk, Bezos, Zuckerberg... Todos dependen de él