Así quiebran los deportistas de élite Boris Becker, Antoine Walker... El lado oscuro del deporte: de la fama a la bancarrota

Cuando el exjugador de baloncesto Greg Oden recuerda cómo dilapidó su dinero, habla del maletero de su primer deportivo. Se lo compró con 19 años para celebrar su llegada a la NBA. Era un Dodge Charger: cristales tintados, alerón trasero, tele en el salpicadero, equipo de música de alta gama... «Hice que me instalaran en el maletero unos bafles que subían al dar un botón. El portón tenía mis iniciales», recuerda. Solo eso le costó 60.000 dólares. Diez años más tarde, su cuenta estaba casi vacía. «No tenía ni idea de cómo iba mi saldo». Confiaba, añade, en sus asesores financieros... Hasta que cambió su estilo de vida.
