Petroprix se suma a la fiebre por la gasolina de bajo coste en Vigo

El auge de las gasolineras de bajo coste no parece tener techo en Vigo. El Concello acaba de otorgar la licencia para la construcción de otra estación de servicio en el número 135 de la calle Ricardo Mella. En esta ocasión será de la mano de Petroprix, la mayor cadena de gasolineras de pago automático del país. De esta forma, ya le ha salido la competencia a otra futura gasolinera aprobada en enero en un lugar muy cercano, la que Plenoil instalará en el número 120 de dicha calle, cerca de la depuradora del Lagares. Petroprix ya cuenta con una gasolinera en O Porriño y esta será la primera que abra en Vigo. El proyecto forma parte de un plan de la compañía para abrir 30 gasolineras en toda España a lo largo de este año y superar las 135.

Las obras que realizará en Ricardo Mella consistirán en el derribo de una edificación existente de 150 metros cuadrados. Seguidamente, construirán un depósito soterrado con una capacidad para 70.000 litros de combustible, redes de instalación también soterradas, tres marquesinas de 40 metros cuadrados cada una con un surtidor de combustible cada una y los elementos auxiliares correspondientes.

El proyecto también prevé la instalación de la iluminación y los elementos publicitarios de la compañía y la construcción de un monolito de seis metros de altura. El presupuesto de ejecución material asciende a 93.519 euros.

Ofrecerán gasolina 95 y gasoil con aditivos multifuncional HQ300 y HQ400. Su objetivo es reducir el gasto de los consumidores, aportando un ahorro anual de entre 280 a 320 euros gracias a la reducción de precios que ofrece. Se trata de un modelo de negocio que ahorra costes de personal. Los clientes que paren allí a repostar tendrán que autoabastecerse. Con esta última gasolinera autorizada, serán 9 las estaciones low cost que tendrá la ciudad. El número se ha duplicado durante el último año, lo que da cuenta del vertiginoso avance de este modelo de negocio que se encuentra en auge por la guerra de Ucrania.

La pionera es la de Alcampo, en la Avenida de Madrid, pero la llegada de Plenoil la destronó como la gasolinera más barata de la ciudad. Esta compañía ha abierto estaciones de servicio en la calle Gandarón y en Estrada de Moledo, por lo que la que construirá en Ricardo Mella será la tercera.

La carretera de Camposancos, que utilizan miles de vehículos en sus desplazamientos hacia O Val Miñor, ha incrementado su oferta con tres estaciones de servicio. Son las de Oleno, Las Palmeras y la que abrirá en el antiguo Lavadero de coches del Elefante Azul, que formará parte de la franquicia catalana Autonetoil. Bye, en Lavadores, completa la lista de gasolineras de bajo coste en Vigo.

Diferencias

Continúa habiendo grandes diferentes entre las gasolineras más caras y las más baratas de la ciudad. Por ejemplo, la empresa que vendía ayer la gasolinera al mejor precio era Plenoil, a razón de 1,727 euros el litro. En la gasolinera de la plaza de España, en cambio, el precio era de 1,899 euros, por lo que el ahorro para llenar un depósito de 50 litros se sitúa en más de ocho euros.

Cada vez más usuarios optan por repostar en las gasolineras de bajo coste. Fuentes del sector apuntan que las ventas se han incrementado en un 40 % a raíz de la guerra de Ucrania. La clave de estas empresas está en reducir al máximo los costes de producción y los márgenes de beneficios para lograr grandes volúmenes de ventas.

El Concello no autorizó a Plenoil la instalación de una gasolinera en el número 149 de la calle Manuel Álvarez. Según un informe desfavorable de la arquitecta municipal, era incompatible con el régimen de usos asignado a la parcela. A partir de ahí, la empresa no pudo continuar con la tramitación. La Consellería de Medio Ambiente decidió no formular la declaración de incidencia ambiental por resultar el proyecto no compatible con el planeamiento vigente. Plenoil presentó una demanda al considerar que el proyecto sí cumplía con todos los requisitos exigibles por la normativa. El Juzgado de lo Contencioso número 3 de Pontevedra lo ha desestimado en una sentencia. El proyecto consistía en la construcción de una gasolinera compuesta por tres puestos de repostaje y dos tanques de almacenamiento, uno de 50.000 litros y otro de 30.000. También preveían la construcción de una marquesina y una edificación auxiliar. Pero el suelo estaba clasificado como de edificación residencial exterior. «No se considera como un uso permitido y, por lo tanto, no es compatible con el planeamiento vigente», concluye la arquitecta de Urbanismo.