La Voz de Galicia

Esquí de montaña, un reto en la naturaleza

Vigo ciudad

x. r. castro vigo / la voz

La disciplina posibilita sortear nieves vírgenes, hacer cumbre y vivir con intensidad el descenso

26 Dec 2016. Actualizado a las 05:00 h.

La Navidad y la nieve van de mano, al menos en el imaginario colectivo, y el sur de Galicia no podía ser una excepción. Con Vigo como centro motriz y Manzaneda como brazo ejecutor. Por eso el Club Montañeiros Celtas no faltó a su cita anual con el bautismo en el esquí de montaña, una modalidad al margen de la pista que bebe de las fuentes del deporte blanco y del montañismo. Otra manera de escalar cumbres y de estar en contacto con la naturaleza.

Marcos Rodríguez, el vocal encargado de la sección de esquí dentro de la longeva entidad marca los pasos. Primero, una jornada de iniciación a cubierto y luego la salida al monte. «Na primeira quenda ensinamos en que consiste o material de esquí de montaña, que é un pouco diferente ao resto do esquí, porque son táboas preparadas para xirar sobre neve virxe, son máis lixeiras, as fixacións son preparadas para poder andar cos esquís, para subir a montaña e poder baixar. Explicamos un pouco o que é este material e ao mesmo tempo facemos unha especie de xornada de mantemento de esquís, un pouco o afiado de canto e logo facemos unha práctica de encerado, que é o que máis se utiliza», comenta Marcos.

Iniciados en la teoría, es el momento de dar paso en las cumbres del macizo ourensano a la práctica. «Facemos unha xornada para que coñezan como se progresa con esquí. A xente que veña que saiba en que consiste foquear, porque para poder progresar con esquís metémoslles unha cousa que se chama pel de foca que é sintético. É algo que ven dos esquimós, de moi antigo. É como un pelo que nun sentido cara adiante desliza o esquí e cara atrás o esquí non desliza. Con isto podemos ir subindo a montaña, a fixación tamén bascula e logo hai técnicas para facer xiros en zigzag. A pendente non se sobe directamente, senón que se vai en zigzag para minimizar a pendente na subida, e logo está o cambio de xiro nunha técnica que se chama volta María, qué é unha técnica que hai que aprender para poder manexar os esquís». Para todo esto hay que partir de la base de que los expedicionarios ya saben esquiar, aunque sea en pista, en donde la nieve está ideada para facilitar los giros, mientras que en esta modalidad el deportista se encuentra con nieves vírgenes.

 

Ascensión por el bosque

En Cabeza de Manzaneda, Marcos inicia la ascensión por el bosque hasta la cumbre para luego bajar esquiando hacia la estación. La puesta en escena incluye un simulacro en caso de avalanchas. De hecho, es necesario ir provisto de un arva -un aparato emisor receptor que funciona a 457 megahercios para utilizar en caso de que alguien quede atrapado-, una pala (para excavar si es necesario) y una sonda. Al mismo tiempo también es necesario hacerse acompañar de material propio del montañismo como crampones o piolets.

En cuanto a indumentaria, requiere material específico: forro polar, prendas de abrigo, camiseta térmica, prenda exterior, gafas de sol y gorros, entre otros. «Un desembolso considerable», que Montañeiros Celta intenta mitigar poniendo a disposición de sus socios sus 10 equipos.

Marcos Rodríguez, que procede del montañismo, define esta modalidad deportiva como «un medio para moverse pola montaña en inverno e sobre todo desfrutar do descenso».

Por ese camino llegó él mismo a la modalidad: «Dende sempre fixen montaña e no inverno viamos que había moita neve e non progresabas», por eso decidieron moverse de otra manera por las cumbres y se especializaron para sortear todo tipo de nieves: duras, heladas, pesadas... y hasta la nieve costra «que se engancha nos esquís e non che deixa xirar».

Un mundo por descubrir cuando la climatología lo permite.


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