Tres físicos crean un aparato para ahorrar electricidad en el hogar

Ahorrar electricidad en el hogar solo requiere dos pequeños dispositivos y un clic. El invento ha sido desarrollado en un centro de negocios del polígono empresarial Porto do Molle (Nigrán) promovido por la Zona Franca de Vigo. Es obra de tres doctores en Física, José Rodríguez González, Pablo Otero Pérez y Enrique Comesaña Figueroa, los dos primeros de Santiago y el tercero de Vigo. «Es muy fácil de usar. Cualquier acción solo requiere hacer un clic y ya se puede conocer el consumo de cada casa», comenta el primero de ellos, que actúa de portavoz. Los datos se pueden consultar a distancia través del navegador web o de una aplicación de móvil, lo que resulta muy oportuno las vacaciones estivales. El precio puede oscilar entre 79 y 119 euros (con IVA), en función del número de circuitos, o lo que es igual, de lo que se quiera controlar.

Uno de los dispositivos, de apenas ocho por cinco centímetros, se coloca en el cuadro eléctrico de la vivienda con unas pinzas que van a cada uno de los seis circuitos existentes. Con eso ya se puede controlar iluminación, lavadora, frigorífico, calefacción eléctrica, lavavajillas y, en general, todo lo que funcione con electricidad. Los datos se recogen en otro dispositivo, una especie de cajita minúscula que el usuario conecta a Internet para que los transmita a la empresa Nubings, creada por los investigadores

Otra de las posibilidades que ofrece es el control de alarmas. El usuario puede estar al tanto de si en un momento dado falta la electricidad y queda inutilizada. No solo permite corregir este detalle, sino también evitar que la comida congelada se eche a perder, como sucede con los cortes de energía.

A través de la aplicación el usuario recibe una notificación por sms, correo electrónico o por el sistema que elija. «Los padres pueden saber si lo hijos pasan mucho tiempo viendo la tele cuando ellos no están en casa o si algún electrodoméstico se ha estropeado y consume más de lo habitual», indica José Rodríguez.

Una vez conocidos los datos sobre el consumo eléctrico en el hogar, la empresa los mide, analiza y estudia dónde puede estar el potencial de ahorro. A continuación ofrece una serie de sugerencias personalizadas, según los hábitos de consumo.

La primera pasa por comprobar si la potencia contratada es la idónea o si es superior a la necesaria, algo bastante habitual, con lo cual se estaría tirando el dinero.

La siguiente se refiere a la discriminación horaria. Según a las horas en que se produzca el mayor consumo en el hogar, la empresa le informa de si le compensa cambiar la tarifa ordinaria por la que cubre la franja de 22.00 a 12.00 horas. Podría suponer la mitad de gasto. «Hay aparatos parecidos al nuestro que solo te dicen a qué horas consumes más o menos, pero nada más. Nosotros automatizamos el proceso y decimos lo que tienen que hacer. Damos todo hecho y es tan fácil que no hace falta que los usuarios tengan conocimientos técnicos», explica de nuevo uno de los físicos.

Reducir el consumo residual u oculto es fundamental, según los autores del proyecto. Se trata de acabar con la idea errónea de que cuando se está fuera del hogar no se gasta energía. Como ejemplo, cita el piloto rojo de la televisión o de otros muchos aparatos, que aunque estén apagados, siguen consumiendo y suman un gasto anual.

«A finales de mes se comercializará entre un grupo reducido y en septiembre para todo el público»

El dispositivo de ahorro eléctrico ya está terminado, tras año y medio de desarrollo. «Tenemos una casa unifamiliar piloto y estamos fabricando las primeras unidades. A finales de este mes se comercializará entre un grupo reducido una primera serie y en septiembre fabricaremos la segunda y la pondremos en una web para venderla a todo el público», anuncia José Rodríguez.

La primera serie se repartirá entre un grupo de personas interesadas, que en su día reservaron el aparato para ser las primeras en experimentar. Su opinión servirá a los físicos para variar aquellos detalles que sean susceptibles de mejorar antes de comercializarlo para todo el público, en general.

La iniciativa ha sido posible gracias a una aceleradora de empresas promovida desde la Zona Franca de Vigo con la colaboración de la Xunta y de la Sociedad Galega de Innovación.

El pasado año lograron entrar en la convocatoria con otras catorce empresas, lo que significa obtener financiación, contactos, accesos y tutores especializados en el tema.

Iluminación

El ahorro en iluminación y electrodomésticos centra buena parte del proyecto. Analiza y recomienda cambiar bombillas halógenas, incandescentes o fluorescentes por led. En todos los casos se estudia lo que gasta el usuario en la actualidad, lo que ahorraría y el tiempo que tardaría en amortizar el gasto. Esta misma operación se hace con los electrodomésticos. «Cambiar una nevera de hace 20 años por otra tripe A supone un ahorro de 215 euros al año», apunta Rodríguez.