Una delantera que olvidó el gol

La torpe resolución propuesta por John Guidetti al pase de Beauvue en el último suspiro del encuentro evidenció la principal carencia del Real Club Celta en el global de la eliminatoria frente al Manchester. Berizzo puso en campaña a todos sus delanteros, pero ninguno logró acertar a introducir el esférico en el marco defendido por Romero. La esperanza solo llegó de la coronilla de un defensor.

Especialmente deficitaria para el club vigués fue la ausencia de la mejor versión de Iago Aspas, cuya aportación al conjunto no fue más allá de dos buenas incursiones por la banda derecha en el inicio del encuentro. En realidad, su escasísima participación en la creación de peligro en el área contraria vino también inducida por su situación en el plan ideado ayer por el técnico argentino. La pólvora del nueve céltico se va humedeciendo en proporción a su alejamiento del área rival. Ayer, más de uno imaginó a priori un planteamiento con Aspas de mediapunta y con Wass por la derecha. No fue así, y el delantero de Moaña se fue diluyendo conforme iban avanzando los minutos. Algo similar ya había ocurrido la pasada semana en Balaídos. Iago, entonces, estuvo más pendiente de cerrar a los contrarios que de planificar la mejor ruta para ofender el esquema contrario. Sin Aspas, el Celta pierde magia y pegada.

Peor parado quedó el bravo y esforzado John Guidetti. Posiblemente, el sueco pase al imaginario celtista como el futbolista que pudo meter en la final al equipo celeste. Seguramente, no será muy justo, pero tampoco aportó a la delantera celeste mucho más el delantero. La bravura y la pelea, se le sobreentiende, pero erró demasiado. Antes del trágico final, Guidetti cabeceó rematadamente mal un centro de Hugo Mallo cargado de intención. El delantero sueco no supo girar suficientemente la cabeza como para plantearle un problema al argentino Romero. Y nada más de este futbolista.

A pesar de que el gol del Celta llegó de un centro de Bongonda, el extremo belga volvió a ser esa sombra, a veces rápida, pero casi siempre instalada en la peor decisión. Dispuso de casi veinticinco minutos para aportar nada. Algo más sí ofreció Pione Sisto, aunque muy alejado de sus mejores prestaciones. Trató de revolucionar la banda izquierda, encarando y gambeteando, pero sin resultados. No le favoreció tampoco el planteamiento arbitral, demasiado permisivo con la corpulencia de los jugadores ingleses.

En el minuto 78, Berizzo quemaba sus naves al poner en juego a Beauvue. El partido estaba perdido. Era muy difícil pensar en que se podían conseguir dos tantos en los escasos minutos restantes. Trató de generar peligro, pero al igual que le pasa a Guidetti, quedará la duda sobre si tomó la decisión correcta en la última jugada. No son pocos quienes piensan que debió disparar. En cualquier caso, el Celta cayó eliminado por falta de goles, no por falta de juego.

«Un grupo de amigos hicimos atrincherarse al Manchester»

Iago Aspas estaba roto al final del partido, llorando por la rabia de una final europea que se le escapó al Celta entre los dedos. «Estamos jodidos por esta gente que nos ha venido a apoyar, y nos ha llevado en volandas», dijo a los micrófonos de BeIn Sports.

«Fuimos infinitamente mejores, nos faltó alguna ocasión más clara para ese dominio del balón. Es una pena fallar la última en el descuento. Atrincheramos al United en su casa, un equipo con jugadores de 40, 50, de 120 millones. Le quitamos el balón un grupo de amigos», quiso poner en valor Aspas la actuación de los vigueses.

«Volveremos, hace 5 años estábamos en Segunda, me voy a dejar la piel para volver a estar aquí. El United acabó perdiendo tiempo, con balones arriba buscando la segunda jugada, no han dado cuatro pases seguidos en todo el partido. En su primera del primer tiempo hacen gol», lamentó Iago Aspas.