La Voz de Galicia

Continúa la búsqueda de los fugitivos que secuestraron al médico portugués

Vigo

E.V.PITA VIGO / LA VOZ

Agentes en coches camuflados rastrean los montes del sur de la provincia de Pontevedra

11 Nov 2013. Actualizado a las 13:55 h.

Gran despliegue de agentes en coches camuflados en el sur de la provincia de Pontevedra para buscar a los dos secuestradores de un médico en Portugal el pasado jueves. Un helicóptero policial que rastreaba los montes tuvo que cesar la búsqueda por la lluvia y la baja visibilidad pero los policías y guardias civiles peinan gasolineras, tiendas de comestibles, casas abandonadas y pistas forestales en busca de los dos fugitivos, Saturnino Marcos Cerezo, Canceliñas, y Álvaro Miguel dos Santos, un portugués que reside en Salceda de Caselas.

La investigación se centra en los montes que rodean Vigo, Redondela y Ponteareas, ya que todo apunta a que los fugitivos están escondidos en el monte, en lugares inaccesibles y donde es fácil huir si se cruzan con algún vecino que pueda dar la alerta. En principio, parece improbable que los implicados entren en la ciudad de Vigo, donde 700 policías y 300 guardias municipales tienen una fotocopia con sus rostros impresos. También parece difícil que los experimentados escapistas se aventuren a ir a los pueblos, a repostar en una gasolinera o comprar comida en un ultramarinos, ante el riesgo de que algún vecino los reconozca.

Todo hace pensar que habrá que esperar a que los dos atracadores y secuestradores salgan de su escondite de nuevo, cuando necesiten gasolina o comida.

Por su parte, las autoridades portuguesas y españolas controlan los puentes fronterizos del río Miño y los montes de la "raia seca".

Los secuestradores liberaron al médico Antonio Veloso tras 22 horas de huida. Este tuvo que caminar tres horas en la oscuridad desde que fue ñlinertado en un monte de Ponteareas, último sitio donde están localizados los fugitivos. Estos pasaron por Arcos de Valdevez, donde perpetraron el secuestro, el polígono industrial de O Porriño y un cajero de Redondela. En sus distintas etapas, robaron varios coches en Portugal y Galicia para tener asegurado el cambio de vehículo en cada punto de la huida. Por eso, todo hace pensar que cuando soltaron al médico, ya tenían otro coche robado listo para continuar la huida. A estas horas, la Guardia Civil, que dirige la operación jaula, y la Policía Nacional, ignoran el paradero de los fugitivos. Pero más de 1.000 agentes de la provincia están a la espera de que cometan un error que les delate.


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