La Voz de Galicia

Una nueva alianza de izquierdas mantendría el poder en Vigo

Vigo

Á. Paniagua, S Antón, M. J. Fuente, L. c. Llera

PP, PSOE y BNG se pegan el batacazo ante la irrupción de AGE

22 Oct 2012. Actualizado a las 21:40 h.

Si las elecciones gallegas de ayer hubieran sido unas municipales, en Vigo todo seguiría igual, pero todo cambiaría. Seguiría igual en la medida en que la unión de votos de la izquierda permitiría que Abel Caballero siguiera siendo el alcalde de Vigo. Pero todo cambiaría, porque la relación de fuerzas sería sensiblemente diferente.

Actualmente, los 11 concejales del PSOE y los 3 del Bloque permiten a Caballero superar los 13 del PP. Si lo de ayer hubieran sido unas municipales ahora se sentarían en la Praza do Rei 11 ediles del PP, 7 del PSOE, 6 de Alternativa Galega de Esquerda -la alianza entre los beiristas Anova y Esquerda Unida- y 3 del BNG. Los electores castigaron a las tres fuerzas tradicionales y, sobre todo, premiaron la propuesta de la coalición de Beiras.

En las últimas elecciones autonómicas, municipales y generales, el crecimiento de Esquerda Unida ha sido imparable. Hasta el punto de que, si no existiese la barrera del 5 %, actualmente EU tendría dos concejales. Pero ayer fue el impulso definitivo. En su alianza con Anova, superó incluso al Bloque en votos. «Os resultados en Vigo son espectaculares, nalgunhas mesas fomos a forza máis votada», recalcó el cabeza de lista de AGE, Juan Fajardo.

Porque el BNG es el peor parado de esta cita con las urnas. Sufre un batacazo enorme, sin parangón hasta ahora. Ceden nada menos que la mitad de sus votos. Los de Santiago Domínguez pasarían a ser la cuarta fuerza en el Ayuntamiento, con la mitad de los votos que los beiristas. En un contexto de caída generalizada del Bloque, los ciudadanos no premian precisamente la suave oposición del grupo municipal nacionalista a Abel Caballero. «Perdemos un espazo importante», reconoció Carlos Aymerich, en un sombrío ambiente en la sede del Bloque.

Pero si las urnas dejan un sorprendente vencedor en AGE, dejan también muchos toques de atención. Uno es a los socialistas, que esperaban un resultado mejor. El PSOE pierde ocho puntos porcentuales, un resultado ligeramente mejor que el gallego, aunque sin ese plus del que suele hacer gala Caballero. De hecho, solo sobrepasaría a AGE en un edil. Con todo, el diputado y secretario general local, Manel Gallego, aseguró en el hotel Bahía que «los vigueses le han dicho a Feijoo que no están de acuerdo con su política», si bien reconoció que los resultados «no han sido lo esperados».

Y lo cierto es que las urnas dejaron claro que el PP tiene un problema en Vigo. Los conservadores fueron los más votados, sí, pero también perdieron ocho puntos frente al 2009. Pasaron del 42 al 34 %. Si se suman los votos de las dos fuerzas nacionalistas, aparece un resultado superior al de los populares. Y ello mientras en toda Galicia el PP consigue lo nunca visto, como dejó claro el conselleiro Javier Guerra: «Somos el primer gobierno de Europa que gana comiéndose la crisis entera». Guerra también fijó el siguiente paso de su partido en «conseguir el Concello de Vigo». Pero si ayer se hubieran celebrado unos comicios locales, los populares volverían al 2003.

Abstención

El descontento con la política se tradujo en que casi cuatro de cada diez vigueses prefirieron quedarse en casa antes que ir a votar. El 37 % de la abstención en Vigo es ligeramente superior al dato gallego. Además, entre el voto en blanco y el nulo suman el 5 % de los sufragios emitidos.


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