El extraño ídolo de Balaídos
Vigo
Papadopoulos cumplió un año en Vigo, aún no hizo un gol y la afición le jalea
10 Feb 2011. Actualizado a las 18:25 h.
«Tengo otra oportunidad». Esta frase resume el sentir de Dimitrios Papadopoulos, que ha recuperado la fe. Después de haber expresado claramente sus ganas de regresar a Grecia en el pasado mercado invernal, ahora siente que debe tratar de hacerse un hueco en el Celta. El pasado lunes cumplió un año desde su debut con el equipo vigués. No pudo celebrarlo marcando su primer gol como celeste, pero jugó veinte minutos ante el Numancia. El público de Balaídos jaleó al heleno, como si se tratase de un ídolo más de su plantilla.
«Hacía por lo menos cinco años que no sentía una ovación como la del otro día. Me alegré mucho, aunque me da la sensación de que la afición está con todos así», comentaba ayer el punta. Papadopoulos no oculta su extrañeza ante tanto cariño de la grada. La afición celeste no le ha pitado nunca, y toma con agrado esa ilógica consideración desde la grada. «Un jugador que no juega mucho, que no marca goles, y la afición está contenta con él, es algo que nunca pasó. Es extraño, no me lo creo. Son cosas del fútbol que nunca se olvidan».
Papadopoulos lleva sin aparecer, a excepción de entradas muy puntuales como la del tiempo añadido en Vallecas, desde que Paco Herrera le había dado la titularidad ante el Villarreal B. A un buen pase de Dani Abalo tuvo la ocasión de marcar en la pasada jornada, pero su disparo se estrelló con el portero. «Jugué veinte minutos después de tres meses y medio. Tuve una opción para marcar y no lo logré, quizás porque no tengo la confianza de haber hecho otros goles. Al final el equipo gana, y eso es lo más importante. Espero que cuando marque mi primer gol sirva para darle puntos al equipo. No es marcar por marcar, que sirva para ayudar al equipo».
Atrás queda su frase para las hemerotecas en la que aseguraba que se sentía «como un perro fuera de casa», mientras el «míster está dentro cómodo con sus gatos». Por haber jugado frente al Numancia no se siente más gato, pero tampoco más perro. «Lo que dije es cómo me sentía. No es que pueda ser más gato o más perro. Supongo que habrá gente a la que no le ha gustado lo que dije y a otra que sí, pero es lo que siento».
El atacante se queda con una sola cosa, la posibilidad de volver a contar en el equipo. Su falta de confianza puede pasar si juega, aunque mantiene un tono siempre de respeto. «Para mí la única buena noticia es jugar. Respeto mucho a mi entrenador y a mis compañeros, a los jóvenes, al club, por eso estoy aquí ayudando». Sin embargo, matiza que su situación no es tan diferente, ya que está «con las mismas ganas que hace un mes. No ha cambiado nada. El sueño de todos, y lo importante, es que el Celta suba a Primera».
A Papadopoulos le quedan dos años y medio de contrato. Su idea ahora no pasa por jugar en otro equipo, y solo piensa como celeste. «Quiero estar aquí tres años, me quedan dos de contrato y quiero cumplirlos jugando en el equipo, pudiendo ayudar».
«Un jugador que no juega, que no marca goles, y la afición está contenta con él, es algo que nunca pasó»
Jugador del Celta