La Voz de Galicia

El árbitro suspende el partido con el Alavés aunque el Celta B quería jugar

Vigo

La Voz

20 Dec 2009. Actualizado a las 02:00 h.

La nieva persigue al Celta, aunque sea a su filial, cada vez que pisa Mendizorroza. El partido que ayer debía cerrar el año para el Celta B ante el Alavés tendrá que esperar hasta el 2010 porque el árbitro señalado para la contienda, el ponferradino Víctor Manuel González, decidió suspender el partido aduciendo que había riesgo de lesión para los futbolista por mor de las placas de hielo que había en el césped por debajo de una fina capa de nieve.

El Celta B, pese a las ausencias de Toni y Túñez quería jugar el partido y propuso al colegiado que la cita se disputase, pero el Alavés, plagado de bajas, tampoco estaba por la labor. Es más, cuando el equipo vigués se desplazaba en autobús desde el hotel de concentración en la capital vitoriana hasta el campo de fútbol ya escuchó en un programa de radio que el partido estaba suspendido, aunque oficialmente el encuentro quedó pospuesto al filo de las seis y media de la tarde.

El Alavés se temía la suspensión desde la víspera, y el árbitro ya estaba avisado de la situación. De hecho González González se dirigió al estadio de Mendizorroza al medio del sábado, ocho horas antes del inicio previsto para el encuentro. En un primer momento se decidió esperar a la tarde, pero en vistas de que el tiempo no mejoraba y que había una zona -la que sombrea la grada de tribuna- con una capa de hielo considerable.

La versión del Celta B no coincide demasiado con la esgrimida por el colegiado. Los vigueses consideran que en caso de existir interés se hubiese quitado la capa superficial de nieve y la interior de hielo, que era la única complicación.

Por el momento no existe fecha para la celebración del encuentro, que quedará a expensas de la decisión de las dos directivas. Lo lógico en el caso del cuadro celeste es que aproveche uno de los viajes al País Vasco para jugar dos encuentros de un modo casi consecutivo.

De entrada resulta un trastorno para un Celta B que tuvo que viajar en la tarde del viernes rumbo a Vitoria y esperar en su hotel de concentración durante casi todo el día la decisión final, lo que supone además un gasto que no estaba contemplado.

Los vigueses regresaron en la noche de ayer por carretera desde Vitoria y hoy mismo comenzarán unas vacaciones idénticas a las del primer equipo. Volverán al trabajo el lunes 28 de diciembre para preparar la cita del día 3 en Barreiro ante la Cultural Leonesa.


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