Deportivo-Castellón: la estrategia alcanza el límite en el 1-2
Torre de Marathón
Pablo Hernández ordenó un cambio antes del saque de esquina; en la confusión de marcas, Brignani hizo gol en el primer balón que tocó
09 Dec 2025. Actualizado a las 16:43 h.
En el fútbol está esa norma no escrita que desaconseja alterar el once en cualquier acción a balón parado. Y luego está el Castellón. Pablo Hernández, futbolista muchos años antes que entrenador, conoce el desbarajuste que puede generarse en una jugada de estrategia cuando le cambias las marcas al rival. De repente, deja de estar Mabil, con su metro setenta y cinco, para que aparezca Brignani, con sus diez centímetros más. Y el tamaño importa si es Giacomo Quagliata quien tiene que emparejar.
Por eso, en cuanto se fue el extremo y entró el central, Ignasi Salafranca, segundo de Antonio Hidalgo, se asomó al área técnica y empezó a gritar. Llamaba la atención sobre el relevo, reclamando un recuento de hombres libres y alguien que se hiciera cargo del italiano, que ya corría hacia el área blanquiazul. Allí, un compatriota miraba alrededor buscando el auxilio de compañeros de la altura adecuada para medirse al nuevo adversario. Todo lo que encontró fueron parejas ya consolidadas, sin ningún socio dispuesto al intercambio. Resignado, asumió el marrón.
Esperó al miura en el punto de penalti. Es probable que le sonara, porque Fabrizio Brignani viene de marcar tres goles la pasada campaña en Serie B. En el Castellón le estaba faltando continuidad: llevaba cinco jornadas sin apenas jugar. Hasta que, con el 1-1 en el luminoso, la bola se perdió por línea de fondo y el técnico visitante exigió celeridad. «Le hemos metido un poco de prisa, incluso se equivocó de camiseta —detallaría luego Pablo Hernández en sala de prensa—. Sabemos que nos puede dar mucho en el balón parado, es un jugador con talla que entra muy bien». En el banquillo de casa también eran conscientes del valor del rival. Se lo confirmaría después Antonio Hidalgo a los medios presentes en Riazor: «Es muy poderoso, ya lo conocíamos. Ellos han retrasado el saque del córner para que pudiera entrar. Analizaremos el cabio de marca, pero es una situación muy rápida».
Que se lo digan a Quagliata: el oponente llega en carrera y él solo puede tratar colocarse en la trayectoria hacia la frontal del área pequeña; lugar al que Brian Cipenga envía el balón. El oponente ni se inmuta, irrumpe en zona de remate y cabecea por encima del lateral. Primer contacto con el cuero, y a la red. Los hay que varían de portero para una tanda de penaltis; otros se saltan las leyes del fútbol: antes de un córner hacen un cambio de gol.