La Voz de Galicia

«A mi edad, la muerte piensa más en mí que yo en ella»

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Gema Lendoiro madrid

El escritor Manuel Vicent sostiene que el amor es un fluido único que pasa a través de cuerpos sucesivos, que son los que dan título a su nueva novela.

04 Feb 2003. Actualizado a las 06:00 h.

¿Es posible, en el declive de la edad, enamorarse de una mujer seducida por un lobo y rescatarla de su poder? La última novela de Manuel Vicent, que sigue investigando en sus ficciones sobre el placer, el riesgo y los límites de la pasión, plantea los retos del amor como rescate y como una forma de volver a la vida de quienes se sienten ya muertos. Este escritor de mirada azul intensa, vuelve con Cuerpos sucesivos (Alfaguara), una novela que no defraudará a sus fieles seguidores. -¿Enamorarse es útil para evitar el envejecimiento? -No el físico, pero sí el espiritual. Mientras amas, estás vivo. Y si esa pasión es fuerte, como sucede cuando se acaba la vida, es más desesperada, por lo tanto más viva. -¿Me está diciendo que los amores tardíos son los más apasionados? -Son más desesperados. El amor de verdad nace de lo que no se posee. Para que el motor del amor funcione, uno no puede tener la seguridad de la correspondencia del otro. Cuando la imposibilidad de poseer al otro es absoluta, el amor llega a su cima. -Recuerda a Dante, cuyo amor por Beatriz se toma como modelo y con la que nunca logró ni hablar... -Es que los grandes amores intensos son así: el amor es su estado más desesperado. El amor que arranca el alma siempre nace de la imposibilidad. -Pero eso suena a obsesión... -Es que si el amor no es obsesivo, no es amor. Te tiene que atrapar las 24 horas del día, incluidos los sueños. -Qué agotamiento... -Bueno, pues si no, tiene usted otra cosa que se llama amistad. -Si yo le defino como hedonista, ¿está usted de acuerdo? -¿En qué sentido? -Es usted un buscador nato del placer. -Todas las personas buscan el placer. El avaro tiene el mismo placer contando las monedas cada noche, que el pródigo gastándoselas. Todo el mundo se mueve por placer, nadie se mueve por dolor. -¿Y cuál es el placer que más le gusta a usted? -El barato. -Déme un ejemplo. -Una comida con los amigos, los libros. Todo concreto y cotidiano. -¿Y el sexo? -El físico lo encuentro muy rudimentario si no hay imaginación. El erotismo me importa más, y esto es todo lo que hace una pareja antes de llegar a la cama. Eros significa vida, así que el sexo tiene que ser vital. -¿Piensa a menudo en la muerte? -A mi edad, es ella la que piensa en mí.


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