La Voz de Galicia

El arma invisible y silenciosa que pilla «in fraganti» a los ladrones de percebe

Somos Mar

L. Vidal Redacción / La Voz

Aliados de la DGT, también lo son de los percebeiros, que usan los drones como herramienta para denunciar

15 Aug 2019. Actualizado a las 17:18 h.

Asturias se acaba de lanzar a la conquista del espacio aéreo para atar en corto a sus furtivos. El Principado anunciaba la semana pasada que intensificará el uso de drones para mejorar la vigilancia, llegar a zonas de difícil acceso y recabar pruebas contra los infractores. Serán robots profesionales de altas prestaciones, capaces de efectuar vuelos de noche y en condiciones meteorológicas adversas, la consolidación de un método que hasta ahora tenía el calificativo de experimental y que podría ver la luz el próximo mes de enero. 

Galicia lleva tiempo sirviéndose de la tecnología para la lucha contra los ilegales del mar, aunque a título particular. La agrupación de percebeiros de Cangas contrató el pasado año los servicios de una empresa de drones que se ha convertido en su infalible aliada, «sobre todo cando vén unha semana de mar manso, moi quedado, e de mareas grandes, porque nesas circunstancias é difícil que nós, sen axuda, abarquemos toda a costa», explica su presidente, Nando Mariño. «El segundo día que salió, cazamos a uno en unas rocas de Punta de Couso», recuerda. La aeronave no tripulada supone varias ventajas respecto a los métodos tradicionales. Se hacen menos guardias y los furtivos son cazados in situ, muchas veces sin darse cuenta de que están siendo grabados.  

Uno de los drones utilizados para vigilar a los furtivos

Invisible, inaudible

«Si vas en coche, te haces tranquilamente entre quince y veinte kilómetros de ruta, desde el faro de Sobrido al de Couso. Puedes ver algún sospechoso pero si detecta tu presencia en el monte, puede largarse o disimular. El dron lo pilla in fraganti, porque el furtivo ni lo escucha. Es perfecto. Cuando está sobrevolando la zona y los furtivos se dan cuenta de su presencia, los ves escapar y alucinas», comenta Mariño. Ayer por la tarde se preparaba una salida en coche. «Hoy partirá un equipo formado por tres personas de la cofradía y un guardapesca. En mar llevamos un efectivo a mayores». Durante el verano, cuando la franja de día es mayor, también vigilan entre semana, además de todos los festivos y fines de semana del año. El paisaje en las aguas de este concello pontevedrés ha cambiado mucho en los últimos quince años, tanto que dicen que el furtivismo «está prácticamente erradicado», aunque reconocen problemas puntuales. «Viene mucho pescador portugués con caña, con varillas para recoger maragotas, van al pulpo, a la nécora... ». Sin embargo, son prudentes porque «las puertas del mar siempre están abiertas».

Imagen de un operativo realizado en la zona de Costa da Vela

En la cofradía canguesa están «muy contentos» con los resultados que está dando esta herramienta sufragada por los propios percebeiros. «Esto sale del plan del percebe. Dividimos lo que nos cuesta cada hora entre los miembros de la agrupación, que seremos unos 46». Sí que cuentan con ayuda oficial en las labores de vigilancia tradicionales, costeadas «al 50 %» por Xunta y cofradías. Desde la Consellería do Mar explican que llevan tiempo trabajando en la incorporación de las nuevas tecnologías al control pesquero y a la lucha contra actividades irregulares, drones incluidos, pero argumentan que se trata «dun asunto complexo polas distintas normativas que hai que ter en conta para o seu desenvolvemento».

El año pasado se llevaron a cabo en las costas gallegas 11.720 inspecciones, con el resultado de casi tres mil infracciones y más de 290.000 kilos de marisco decomisado.


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