El covid sigue sin ser estacional y cada vez importa más que las vacunas estén adaptadas a las variantes
Sociedad
Expertos citados por Novavax explican las particularidades de las variantes del virus y de la inmunidad humana
12 Sep 2023. Actualizado a las 23:44 h.
Vale la pena esperar a que haya vacunas adaptadas a las últimas variantes en circulación. El SARS-CoV-2 sigue sin dar signos de que vaya a convertirse en estacional. Y más que una sucesión de variantes que se van imponiendo a las anteriores, lo que cabe esperar en el futuro inmediato es una «sopa de virus» en la que distintos linajes y variaciones genéticas más o menos significativas convivan en el tiempo.
Esas son las principales conclusiones del seminario organizado por la farmacéutica Novavax, de la mano de la Asociación Nacional de Informadores Sanitarios (ANIS) para dar a entender que la compañía juega en la liga de Pfizer y Moderna por lo que tiene capacidad para poner en el mercado de manera rápida vacunas adaptadas a la última variante en circulación. En el encuentro participó el director general de Novavax en el sur de Europa, Toni LLoret, que dejó entrever que el papel de la planta de Biofabri en O Porriño, donde se anunció la fabricación de estas vacunas, será limitado porque la producción la tienen concentrada en la República Checa y en Suecia. Junto a él intervinieron el virólogo Raúl Ortiz de Lejarazu y el epidemiólogo Antoni Trilla, moderados por la periodista y presidenta de ANIS, Graziella Almendral, que dejaron algunas reflexiones interesantes sobre la inmunidad, la replicación de los virus o lo que significan las variantes del covid.
«La historia del covid será la historia de sus variantes», afirmó Ortiz de Lejarazu, para quien se está llegando a un panorama de «evolución convergente» en la que el «el virus ya no muta como lo hacía antes» y esas variaciones que tiene son recombinantes, es decir distintas combinaciones de las mutaciones que ya fue expresando. «Es como una guerra tribal de los clanes de Escocia», ejemplificó con humor el profesor de microbiología de la Universidad de Valladolid para incidir en que todo lo que le está ocurriendo al SARS-CoV-2 a nivel genético sigue dentro de la variante ómicron desde hace casi dos años. Hasta la fecha no ha aparecido ninguna que la sustituya.
La inmunidad aguanta
«Estamos en una etapa de transición. Todavía el virus va por delante nuestra. Esto no se ha terminado», advirtió Antoni Trilla, que está convencido de que con la inmunidad actual, que en España entre vacunados y contagiados supera el 90 %, «lo más probable es que aguantemos los casos graves de la enfermedad». Sin embargo, anima a que la población vulnerable se vacune porque es «recordarle al organismo que puedo defenderme».
Tanto Trilla como Ortiz utilizaron la teoría del «pecado original antigénico» o efecto Hoskins para explicar la importancia de que las vacunas estén adaptadas a las últimas variantes, que es lo que vende Novavax. Se refiere a la tendencia del sistema inmunitario a utilizar su memoria y responder a esa infección que recuerda del pasado aunque la que le afecte ahora sea ligeramente diferente. «Fabrica muchos anticuerpos contra virus antiguos y menos contra los nuevos», explicó Ortiz de Lejarazu que, en este sentido, puso en solfa la vacuna de la empresa española Hipra, porque, según dijo, está elaborada con la cepa beta del virus y eso es «como si yo recomendara a mis pacientes la vacuna de la gripe de hace dos años».
Las personas vacunadas tienen menos posibilidades de contagiar a terceros
La inmunización contra el covid-19, ya sea mediante vacuna o mediante infección, no solo reduce las posibilidades de contagiarse del coronavirus, sino también de transmitirlo a terceros, según indica un estudio de la Universidad de Ginebra (UNIGE) y el principal complejo hospitalario de la ciudad.
Una de cada tres personas expuestas al coronavirus SARS-CoV-2 causante del covid-19 queda infectada de la enfermedad, pero que en caso de inmunización (por vacuna, infección o combinación de ambas) esta tasa se reduce a una de cada diez.
El estudio también señala que la inmunidad desaparece al cabo de unos meses, y que la protección que se logra mediante infección natural de la enfermedad es en principio más fuerte, pero menos duradera que la de la vacuna, y conlleva mayor riesgo de desarrollar síntomas graves.
El estudio, publicado en la revista especializada Nature Communications, analizó más de 50.000 casos de covid-19 y 110.000 contactos de los pacientes registrados en Ginebra entre 2020 y 2022 con el objetivo de evaluar la tasa de ataque secundario (contagio de una persona enferma a sus contactos) del virus SARS-CoV-2.
Dura unos meses
La inmunidad reduce de manera drástica el número de contactos que se infectan, subrayó el estudio, advirtiendo que este efecto desaparecía en meses en todos los casos.
El estudio mostró escaso impacto en los resultados de factores como la edad, el sexo, el estatus socioeconómico o la obesidad de los pacientes y contactos estudiados.
Ante el aumento reciente de casos, los expertos recomiendan apostar de momento por las vacunas como herramienta para limitar el contagio, pero optar también por otras medidas de salud pública «simples y baratas» en caso de una nueva ola, en particular en el caso de los profesionales sanitarios y los individuos de edad muy avanzada o con condiciones de salud frágiles.
«La ventilación de hogares, oficinas y aulas y el uso de mascarillas deben considerarse si queremos reducir efectivamente la propagación de SARS-CoV-2», concluyen los autores del estudio.