La Voz de Galicia

Al menos 50 niños de un coro de Ratisbona sufrieron abusos

Sociedad

EFE Berlín

En dicha escuela fue director musical Georg Ratzinger, hermano de Benedicto XVI, quien dijo desconocer los casos

09 Jan 2016. Actualizado a las 05:00 h.

Al menos 231 niños de la escuela del coro de la catedral de Ratisbona (sur de Alemania) fueron golpeados y maltratados por maestros o sacerdotes entre 1953 y 1992 y cincuenta de ellos sufrieron abusos sexuales, según el informe provisional encargado por el obispado para aclarar lo sucedido.

El abogado Ulrich Weber, autor de la investigación, presentó ayer el documento, con muchas más víctimas de las hasta ahora conocidas, y auguró que el número real es mayor y que, probablemente, uno de cada tres escolares fue víctima de maltrato físico, entre 600 y 700 niños. Además, cincuenta de las víctimas documentadas sufrieron violencia sexual. La mayoría de los delitos del informe, en el que se habla de 42 profesores y sacerdotes implicados, habría ya prescrito. El caso de Ratisbona tuvo resonancia internacional en el 2010, ya que en esa escuela trabajó entre 1964 y 1994 como director musical Georg Ratzinger, hermano del papa Benedicto XVI. El autor del texto dio por hecho que Georg Ratzinger tuvo que tener conocimiento de los abusos en la escuela.

El documento es el resultado de la investigación que el abogado comenzó en mayo del 2015 y que le ha llevado a hablar con víctimas y responsables de los abusos. El estudio refiere numerosas agresiones físicas y golpes con varas, llaves o anillos de sello y relata, por ejemplo, que se prohibía beber a los niños que se orinaban por la noche.

Las agresiones fueron conocidas internamente durante décadas, pero no hubo consecuencias para los autores y la escuela tampoco realizó cambios. Según el abogado, los escolares con golpes eran forzados a decir que se habían caído y, al final, era siempre la víctima quien abandonaba la escuela, y no el agresor.

«Si hubiese sabido con qué exagerada dureza se actuó, habría dicho algo entonces», afirmó Georg Ratzinger en el 2010 al diario Passauer Neuen Presse, en el que aseguró que nunca tuvo conocimiento de abusos sexuales y reconoció que hasta finales de los años 70 también repartió «algún sopapo» a los chavales.

«Antiguamente los sopapos eran la reacción ante el mal comportamiento o una consciente bajada del rendimiento», afirmó el hermano de Benedicto XVI, quien indicó que celebró que se prohibieran a principios de los años 80 los castigos físicos, algo a lo que se atuvo «estrictamente» y que le supuso «un alivio interior». El autor de la investigación no ofreció una fecha concreta para la presentación del informe definitivo.


Comentar